Airbnb se prueba el traje del lujo

La central de reservas negocia la compra de Luxury Retreats, una cadena canadiense que gestiona alojamientos de gama alta

Airbnb quiere quitarse la etiqueta de ser un servicio de bajo coste, ideal para mochileros y viajeros que buscan ahorrar cada euro. En su cambio de estrategia, la central de reservas está en tratativas para comprar la cadena Luxury Retreats por al menos 300 millones de dólares, informa Bloomberg.

Esta plataforma, con sede en Canadá, administra las reservas en diversas villas de lujo en todo el mundo, como la que es propiedad del director Francisc FordCoppola en Puglia (Italia) o la exclusiva isla Necker, del millonario británico Richard Branson.

El objetivo de Airbnb es diversificar su base de usuarios y negocios, dice la empresa, pero también se encuentra la adquisición del software que utiliza la cadena canadiense para administrar servicios de conserjería.

Los pasos de Airbnb en el sector del lujo no son nuevos. En noviembre lanzó una serie de servicios exclusivos, como visitas personalizadas por ciudades, degustaciones de productos selectos como trufas, o salidas para recoger setas, entre otros.

Luxury Retreats fue fundada por Joe Poulin en 1999 cuando tenía 17 años, mientras diseñaba páginas web para dueños de mansiones en el Caribe. En los diez primeros años incorporó nuevos destinos y sumó a un agente de alquileres de propiedades en esa región.

Su sede está en Montreal, cuenta con una cartera de 4.000 propiedades en el mundo, y recientemente ha obtenido cerca de 16 millones de dólares en dos rondas de financiación.

La mecánica de su sistema es similar al de Airbnb: se reservan mansiones, chalets y apartamentos de lujo en 90 países de mundo, y cada año generan 150 millones de dólares en gestiones de alojamientos. Pero no cualquiera puede ofrecer su casa: poco menos del 5% de las viviendas que se postulan para ser parte de esta red terminan siendo aceptadas.

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