Ada Colau pacta con ERC duplicar los inspectores de pisos turísticos

El consistorio rechaza la realización de consultas populares de los proyectos de Drassanes y Villa Olímpica, pero accede en el del Rec Comtal

El Ayuntamiento de Barcelona y ERC han acordado los términos del Plan Especial de Urbanismo en Alojamientos Turísticos (PEUAT), que fue aprobado en la Comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad, y será tratado por el pleno a finales de mes.

Uno de los puntos más importantes es el aumento de los inspectores municipales para controlar los pisos turísticos, que pasarán de los 20 actuales a 40 este año, y llegar a 110 en un año, lo que permitiría emitir más de 3.000 órdenes de cierre de estos pisos que sean ilegales hasta que termine el actual mandato de Ada Colau.

ERC había pedido que los proyectos hoteleros del Rec Comtal, Drassanes y la Villa Olímpica pasen por el filtro de una consulta vecinal. El ayuntamiento había rechazó que las estas decidan sobre las políticas turísticas, (“una licencia no se puede revocar por una consulta”, dijo la teniente de alcalde de Urbanismo Janet Sanz), y al final sólo se dará voz a los vecinos sobre la parcela pública vacía que está junto al Rec Comtal.

Con respecto al albergue de Villa Olímpica, se ha acordado que se forme una comisión entre el Gobierno, ERC y la asociación de vecinos de este barrio par estudiar la iniciativa, y quizás sí pueda haber una consulta ciudadana para decidir si se tumba o sigue adelante el proyecto. De los tres proyectos, este e sel que tiene la mayor resistencia vecinal.

En cuanto al de Drassanes, el proyecto no se detendrá, y a lo sumo habrá reuniones entre el promotor y los vecinos para que se pueda reducir el impacto en el entorno urbano.

El PSC ha apoyado la iniciativa del oficialismo con ERC 

Además de Barcelona en Comú y ERC, el dictamen tuvo el voto favorable del PSC, en tanto que el PP ha votado en contra, y CiU, C’s y la CUP han expresado una reserva de voto a la espera de posicionarse en el pleno.

El Peuat plantea dividir la ciudad en una zona de decrecimiento, en la que no se podrán abrir nuevos alojamientos aunque cierren otros –la zona 1, en Ciutat Vella, parte del Eixample, Poblenou, Vila Olímpica, Poble Sec, Hostafrancs y Sant Antoni–, una zona 2 de congelación –sólo podrán abrir nuevos si cierran actuales–, y las zonas 3 y 4, de crecimiento limitado.

«Nos encontramos con barrios en los que la población flotante supera a la residente», ha expresado la teniente alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz, y ha alertado de que en el distrito de Ciutat Vella ya se ha perdido una décima parte de la población desde 2007, por lo que ha reclamado trabajar contra la burbuja turística que asegura que se ha creado en la ciudad.

El concejal de CiU Jordi Martí ha expresado sus dudas por la consistencia jurídica del plan y ha avisado de que éste no sólo regula los alojamientos turísticos, sino que defiende un determinado modelo de ciudad, económico y de concepción social ante el que CiU se «siente alternativa», por lo que no ve suficientes razones para apoyarlo, aunque seguirá dialogando hasta el último momento.

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