Airbnb trajo medio millón de turistas a Barcelona en verano

La tecnológica celebra el nuevo talante del consistorio mientras recurre la multa impuesta el pasado mes de diciembre

Si hace ocho años la idea todavía estaba en pañales deambulando por Estados Unidos, hoy es responsable de alojar a 2,2 millones de personas alrededor de EspañaAirbnb, la compañía que ha puesto en jaque la legislación de medio mundo, vive una confrontación especialmente cruenta con el Ayuntamiento de Barcelona. Entre acusaciones cruzadas y rodeada de polémica, la tecnológica ha alojado este verano a 500.000 turistas en la capital catalana; un 42% más que en 2015. El porcentaje coloca a la ciudad entre las cinco favoritas de la red mundial de destinos tras LondresParísNueva York y Los Ángeles.

La urbe mediterránea no sólo actúa como receptivo. Entre junio y agosto, 200.000 residentes en el Área Metropolitana reservaron sus vacaciones a través de la empresa de alquiler frente a los 116.000 en el mismo período anterior del año anterior. «La gente de Barcelona ha demostrado que se sabe aislar de la polémica para utilizar una herramienta como la nuestra», ha celebrado Arnaldo Muñoz, director general en España y Portugal.

El ejecutivo ha celebrado la redistribución de la oferta en la ciudad. Que, pese a crecer en número, cae en porcentaje en las zonas más masificadas, como Ciutat Vella: Desde el 40% de 2011 al 22% de 2016. Eso sí, ha advertido: «En épocas del año se intenta demonizar el turismo, Airbnb no tiene ni una década de existencia y los problemas en la capital se arrastran desde hace muchos años».

El gabinete de Ada Colau sancionó el pasado diciembre con 30.000 euros a la compañía por albergar alojamiento ilegal entre su oferta

Sin embargo, hasta el momento las complicidades con el consistorio de Barcelona ha brillado por su ausencia. El gabinete de Ada Colau sancionó el pasado diciembre con 30.000 euros a la compañía por albergar alojamiento ilegal entre su oferta. Desde entonces, Airbnb ha recurrido una multa «que camina en su transcurso normal».

En los últimos encuentros, la amenaza subió de tono y el peso del importe ascendió a 600.000 euros, aunque todavía no se ha materializado pese a los repetidos avisos en rueda de prensa. Pero en el balance de los dos primeros meses del plan de choque de choque contra las viviendas de uso turístico ilegales, la concejal de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, aseguró que «con Airbnb, existe una vía de diálogo». Unas conversaciones que hasta el momento habían sido prácticamente inexistentes.

Mientras, el consistorio persiste en sus trece: Obtener los datos de aquellos anfitriones que anuncien pisos sin licencia. «Algo que no va a suceder debido a que va contra las leyes de protección de datos y choca con las normativas que dictan tanto desde Bruselas como en la CNMC española», responde Muñoz.

 «En Airbnb sólo el 10% de los anuncios están ocupados durante más de 180 días al año, el resto son particulares que alquilan su casa o alguna habitación durante menos tiempo»

El principal ‘escollo’ radica en la inexistencia de la figura legal del alquiler no profesional. «Hasta ahora toda la normativa está pensada para aquellos que quieren hacer de la comercialización de pisos turísticos su actividad profesional», lamenta. Y añade: «Viendo los datos de Airbnb en Barcelona, sólo el 10% de los anuncios están ocupados durante más de 180 días al año, el resto son particulares que alquilan su casa o alguna habitación durante menos tiempo». 

Si las conversaciones con el Ayuntamiento todavía no han ni arrancado, la fluidez con la Generalitat es opuesta. Ahora, la compañía está a expensas del nuevo decreto de turismo catalán, al qual ya han presentado «las alegaciones correspondientes». A la espera de una resolución final, aspiran a que Cataluña pueda formar, al fin, parte de los territorios con los que Airbnb ha llegado a acuerdos para regularizar su actividad. 

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