Los hoteles de la costa catalana necesitan 735 millones para ponerse al día

Un informe encargado por la Generalitat destapa que los alojamientos de playa están obsoletos y precisan de una inversión millonaria

Durante décadas, el sol y playa catalán ha competido con sus destinos rivales a costa del precio. La calidad e innovación han quedado aparcadas en numerosas ocasiones a cambio del corto plazo. Ser más barato que el pueblo vecino, que la costa balear o el Norte de África ha sido el objetivo de muchos hoteleros. El problema, la cantidad ha ido en pos de la calidad -no siempre, por suerte-  y el nivel de obsolescencia de los establecimientos supera el 65% en las principales localidades. La Generalitat ya sabe que necesitará más de 735 millones de euros para rehabilitar la totalidad de la planta costera.

Como ya explicó Cerodosbé, Lloret de Mar es el gran ejemplo de este modelo turístico de bajo coste.  Un informe encargado por el Govern a la consultora Intelligent Coast descubre que el municipio gerundense no tiene ni un hotel al día. Con una edad media de 43 años, el RevPar –el baremo que divide los ingresos diarios por habitación disponible- fue de apenas 35,6 euros en 2015.

El panorama, pero, no es mejor en el otro transatlántico turístico catalán. Salou, otro de los emblemas para el viajero low-cost, solo tiene uno de cada diez alojamientos en condiciones. La antigüedad ronda los 29 años, un lapso de tiempo que repercute en el RevPar, del 49,7%. No es sólo la Saloufest quien ensucia la reputación de la ciudad.

Pese a que tampoco están para tirar cohetes, la mejor oferta de la costa catalana la presentan Sitges y Vila-Seca, asociadas tradicionalmente a un turista de mayor nivel adquisitivo. El anfitrión del carnaval más famoso de Cataluña también desmonta el tópico de que un inmueble no se puede reinventar, pues la edad media es de hasta 45 años.

La Generalitat ya conoce el coste de actualizar el desaguisado: 735 millones de euros. El estudio, además, detalla el reparto de fondos que debería regar el bolsillo de los propietarios hoteleros. Más de un millón de turistas al año -ambas ciudades superan esta cantidad de visitantes- se deberían beneficiar de los 204 y los 148 millones que se necesitan para regar Lloret y Salou, respectivamente. 

Mientras, Calella -64 milones-, Santa Susanna -49 millones- y Tossa de Mar -43 millones- cierran el repóker de destinos desfasados.

Por categoría, son los establecimientos de gama media y baja los que tienen más necesidad de recibir una capa de pintura. Pese a necesitar un impulso por habitación menor que sus homónimos de alto nivel, los hoteles de entre una y tres estrellas precisan de 393 millones. Los de cuatro y cinco estrellas y los de Gran Lujo requieren hasta 342 millones.

Ante tal escenario, la Agencia Catalana de Turisme ha firmado convenios con varios destinos para actualizar la planta hotelera.

a.
Ahora en portada