Amancio López Seijas: »El turismo colaborativo es economía sumergida»

El presidente del Grupo Hotusa asegura que se puede caer en la ‘demonización del turismo’ si no se hace frente a los pisos turísticos que no cumplen la normativa

Amancio López Seijas (Chantada, Lugo, 1955) tiene claro cuál debe ser el modelo de turismo que debe regir en las ciudades. Entiende que con las nuevas tendencias que marcan el turismo en las grandes urbes se esconde un hecho que no se acaba de admitir. “El turismo alternativo, que se llama colaborativo, se tiñe de superioridad ética, cuando no es otra cosa que economía sumergida”, asegura, consciente, sin embargo, de que es natural y comprensible que se desee elaborar planes estratégicos para afrontar el turismo, como ha hecho la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

López Seijas, que ha creado un imperio con Hotusa como cadena hotelera –160 hoteles en 19 países—y como proveedor de servicios a hoteles asociados –más de 2.500—no se muerde la lengua. Es prudente, pero considera que se ha tratado de dar gato por liebre con la llamada economía colaborativa, y que incide en el turismo con plataformas por Internet, como Airbnb.

En una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, y realizada en uno de los hoteles enseña de Hotusa, el Eurostars Grand Marina de Barcelona, Amancio López considera que se ha caído en un error cuando se hablar de regular el sector. “A mí me gustaría que se dijera claramente qué se quiere decir con regular, porque la solución no es regular aquello que es ilegal para que, una vez regulado, ya se considere legal”.

Asegura que ha tenido “muy buena relación” con la directora general de Turismo de la Generalitat, Marian Muro, que como publicó Cerodosbé, ha dimitido del cargo por las dificultades para poder sacar adelante el reglamento que pretende regular los pisos turísticos. “Muro ha hecho un gran esfuerzo de relación con todo el sector, y entiendo que la actual coyuntura no es fácil para aprobar esas regulaciones”, asegura López.

El riesgo de la moratoria hotelera

La cuestión es que el presidente de Hotusa defiende la primera intención del Ayuntamiento de Barcelona, pero advierte del peligro que supone que la moratoria hotelera que decretó Ada Colau se extienda en el tiempo. “Veo bien que se quiera establecer un plan estratégico para saber en qué dirección se desea ir, pero se debe acometer de forma rápida, en un corto periodo y se ha alargado, y eso crea inseguridad jurídica. Espero que se pueda resarcir a aquellos que tenían proyectos en marcha, y que habían logrado, incluso, informes favorables de los propios ayuntamientos”.

Pero lo que le preocupa a López es el resultado final de ese plan. “Espero que salga un plan que prime un turismo de calidad, frente a un turismo alternativo, que lleva nombre de colaborativo, para darse un barniz, para teñirse de superioridad ética, cuando no es otra cosa que economía sumergida”, asegura, para añadir que también se puede apostar por tiendas de calidad frente al top manta.

Amancio López considera que Barcelona puede convivir con hoteles y apartamentos turísticos, que pueden representar un modelo “inatacable”, aunque para él generan menos empleo. El problema es que “pueda haber pisos de familias que conviven con alojamientos que, regulados o no, pueden que no cumplan la normativa, y que, en muchos casos, son ejemplo de economía sumergida, y las ciudades tienen amenazas, y con esas situaciones se puede caer en una demonización del turismo”.

Las otras opciones del turismo español

El presidente de Hotusa, que no deja de realizar inversiones, considera que España puede ser un gran destino del turismo médico, y que se puede aprovechar de las infraestructuras y de la seguridad que ofrece. Pero no deja de lado un hecho que, tras ser preguntado sobre ello, le preocupa en relación al turismo de costa. “Las inversiones se deben realizar cuando las cosas van bien, para poder seguir ofreciendo buenos servicios, y eso es más necesario en zonas turísticas ya maduras”, señala, en relación a los hoteles de costa.

Familiarizado con las nuevas tecnologías, que han ayudado al sector, Amancio López entiende que algunos economistas, como Miquel Puig, insistan en que el sector debería valorarse más y poder subir precios. Pero responde con claridad: “Con nuestras tecnologías sabemos en cada momento qué precios se pueden ofrecer, igual que ocurre con la compra de vuelos por Internet, y le digo que se vende al precio que se puede vender”, sentencia. 

a.
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