El déjà vu de NH Hotel Group

La compañía afronta un conflicto similar al que vivió en 2003, cuando Hesperia lanzó una OPA frustrada sobre la hotelera

Una década da para muchas vueltas, y más en el mundo de los negocios. El accionariado de NH Hotel Group anda revuelto contra HNA, el accionista mayoritario que controla el 29,5% del capital. Diferencias provocadas por un supuesto conflicto de intereses tras la compra de la cadena Carlson Rezidor, que no cogen por sorpresa a los ejecutivos más viejos del lugar. “Es una situación que ya vivimos hace diez años”, explica uno.

El profesional hace referencia a la entrada de José Antonio Castro en la hotelera. En 2003, el presidente de Hesperia lanzó una Oferta Pública de Adquisición (OPA) frustrada sobre la totalidad de la cadena. El músculo económico le falló en el último momento ante una acción que rondaba los 17 euros. El empresario se quedó en el 25%, una participación que se ha diluido hasta el 9% actual.

Sin embargo, hasta el año 2009, Castro no entró en el consejo de administración. El motivo, el que arguye ahora para vetar la presencia de representantes de HNA en el órgano de dirección: El conflicto de intereses.

La solución para dar entrada a Hesperia en el consejo de administración de NH fue la de integrar ambos grupos hoteleros

Varios consejeros se opusieron durante seis ejercicios a otorgar representatividad a Hesperia, competidor en el segmento urbano español. “Recuerda y mucho a lo que sucede ahora con el fondo chino, con la diferencia de que estos últimos ya estaban dentro del consejo y ha habido que expulsarles”, rememoran en la casa.

La solución fue integrar NH y Hesperia en un solo grupo hotelero. Los 51 alojamientos en propiedad de Castro pasaron a ser operados por la cadena madrileña bajo contratos de gestión.

“Hesperia no puede acometer un plan estratégico tan ambicioso como el que llevó a cabo Federico González Tejera –cesado tras la última junta de accionistas-“, ilustran en el sector.

Ahora, siete años después, el conflicto de intereses juega a favor de los intereses del empresario. Tras no ver problemas en la compra de Carlson Rezidor por parte de HNA, cambió de opinión repentinamente. Una decisión que fuentes bancarias y vinculadas a la hotelera relacionan con la deuda de 31,5 millones que Castro tiene con la administración pública.

“Hesperia no puede acometer un plan estratégico tan ambicioso como el que llevó a cabo Federico González Tejera –cesado tras la última junta de accionistas-“, ilustran en el sector. Las obras en sus establecimientos deben ser afrontadas a nivel particular, y no bajo el paraguas de NH por lo que suponen un desembolso que no está capacitado para sufragar.

Por ello, cuentan, Castro se ha alineado con los fondos liderados por Oceanwood para echar a HNA del consejo de administración y provocar que el grupo asiático lance una OPA sobre las participaciones. “Lo único que le importa es obtener un dividendo a final de año y que el precio de las participaciones sea lo más alto posible”, zanjan.

La unión comportó el pasado 21 de junio la expulsión del consejo de los cuatro representates del fondo chino: El polémico copresidente Charles B. Mobus –que ha protagonizado varios enfrentamientos con Hesperia en las últimas semanas–, Ling ZhangXianvi Mu y Haibo Bai. Los sustitutos son Fernando Lacadena, María Grecna, José María Cantero y Paul Daniel Johnson, cuatro independientes sugeridos por Oceanwood. 

a.
Ahora en portada