Las 7 tendencias que marcarán el sector hotelero en 2017

Deloitte propone: potenciar la experiencia del cliente, mejorar los programas de fidelidad y ganar eficiencia en las compras

Los hoteleros españoles encaran 2017 con los bolsillos llenos tras un año récord. Ayudados por los ataques terroristas en el norte de África y con Madrid y Barcelona cada vez más en boga, el país presume de turismo urbano, de sol y playa y… seguridad. Pero eso ha sido hasta ahora; hay que empezar ya a diseñar el futuro. Hay que elegir entre mirarse el ombligo o invertir lo necesario para hacer frente a una posible, y seguramente deseable, recuperación inminente de los mercados damnificados por la violencia.

Jordi Ferrer, socio de la industria de Travel, Hospitality, Leisure & Transport de Deloitte, explica a Cerodosbé las claves que según sus analistas guiarán al sector durante los próximos 12 meses y que se detectaron durante el World Travel Market celebrado en Londres. «Este año, la demanda ha tirado de la industria, ahora muchos propietarios deben invertir para mejorar el producto y situarlo al nivel de las expectativas», emplaza el consultor.

La primera, la experiencia del cliente. Si el alojamiento español siempre ha liderado en política de costes, ahora es momento de «poner al usuario en el centro del tablero». «No sólo las grandes como Meliá y NH, incluso las cadenas más modestas y los hoteles independientes ya trabajan con mayor información sobre la competencia y elaboran sus proyecciones apostando por la calidad», añade.

Los programas de fidelidad son uno de los grandes campos de mejora para las hoteleras españolas

Una vez en el establecimiento, la misión será fidelizar al viajero. Todavía lejos de los grandes programas de Hilton y Marriott por pura cuestión de tamaño, cada vez más compañías de segunda línea apuestan por proyectos de lealtad. «Las cadenas urbanas se están poniendo las pilas», ilustra. En la costa, nombres como Palladium y Holiday World también trabajan en la misma línea.

Pero el hotelero español no olvida el bolsillo. «Las mejoras en eficiencia llegarán de la mano de las centrales de compras y la apuesta por las subcontratas», ilustra. Sociedades como Hotusa y Quantum se frotan las manos mientras las limpiadoras de piso lo  ven con más escepticismo.

Los inversores aguardan la decisión final de Barcelona y su ‘cerrojazo’ de licencias hoteleras

Ante las perspectivas optimistas de negocio, los grandes fondos internacionales rastrean las grandes capitales del país en busca de oportunidades. Previo al World Travel Market, Deloitte organiza un foro para inversores en el que se pudo palpar el interés existente; especialmente por Barcelona pese a la moratoria de licencias turísticas. «Los inversores todavía esperan a ver cómo se resolverá el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos«, advierte Ferrer.

Debido a las zancadillas en Cataluña y al tratarse de un mercado más virgen, Madrid crece a mayor velocidad. «Parte desde más abajo y su rentabilidad es inferior a la ciudad mediterránea, pero los grandes nombres extranjeros ya han puesto el foco en la Gran Vía«, señala. Los inversores extranjeros han llegado para quedarse a un territorio tradicionalmente dominado por el hotelero nacional.

Si hace tres o cuatro años nadie quería saber nada de España, hoy cada inmueble es prácticamente subastado a las primeras de cambio. «Desde family offices a fondos de pensiones y fondos de inversiones británicos, americanos y asiáticos están muy interesados en el sector «, señala.

Incertidumbre al margen, no se perciben consecuencias del brexit en el sector turístico

Celebrados en Londres, sobre ambos eventos inevitablemente planeó la sombra del brexit. Con la incertidumbre todavía como protagonista, Ferrer explica que durante la feria no se ha percibido ningún impacto en el sector turístico de la salida de Europa. «El desplome de la libra tiene que influir de algún modo, pues será más caro viajar desde el archipiélago, pero aún no se ven consecuencias sólidas», asegura.

Por contra, sí se ha ralentizado la venta de segundas residencias en el archipiélago canario y la Costa del Sol. Destino de moda para belgas, británicos y franceses, los clientes centroeuropeos persisten en su afán de veranear en las playas del sur de España mientras el comprador británico se ha vuelto más comedido. 

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