‘Las Kellys’ retan a los sindicatos: o las defienden o las tendrán enfrente

Las camareras de piso de los hoteles presentan una asociación para denunciar sus condiciones precarias de trabajo

La prosperidad del sector turístico español esconde una cara B: el trabajo precario. Una de las categorías laborales más penosa son las camareras de piso, que este martes han presentado en Barcelona su asociación. Son ‘Las Kellys’ y se organizan de espaldas a los sindicatos mayoritarios, a los que culpan de su situación por no defender sus derechos. «Hemos nacido para decir a los sindicatos que hagan su trabajo: si nos quieren tener enfrente, nos tendrán», advierten.

De las cerca de 200.000 profesionales que adecentan habitaciones de hotel en España, alrededor de la mitad está contratada por los propios hoteles, según cálculos de la asociación. El problema lo sufre sobre todo la otra parte, externalizada a terceras empresas que no se rigen por el convenio colectivo del sector. Las ‘kellys’ subcontratadas llegan a cobrar 700 euros por jornadas «maratonianas», denuncian.

El colectivo, que agrupa a 2.000 camareras de piso, reclama que se consideren enfermedades profesionales dolencias como la lumbalgia o la tendinitis, causadas por su desempeño profesional. «Cuando cogemos una baja se nos despide y por eso nos medicamos. Nuestro compañero de trabajo es el ibuprofeno», lamentan. Asimismo, exigen poderse jubilar de forma anticipada, como los mineros. 

Solo en Canarias las subcontratas que contratan camareras de piso están obligadas a respetar el convenio de hotelería

El espejo en el que se quieren mirar las ‘kellys’ es Canarias. En esta comunidad las empresas a las que los hoteles subcontratan camareras de piso están obligadas a igualar las condiciones del convenio de hostelería, lo que impide abusos salariales.

En las Islas es donde el colectivo ha logrado su primera victoria, una condena a una subcontrata por no aplicar el convenio del sector a las trabajadoras que limpian habitaciones del hotel Barceló Teguise Beach de Lanzarote. En este caso la cadena mallorquina fue absuelta al no ser la empleadora. La empresa de la que dependían las camareras, Alterna BOP, fue obligada a abonar la parte del sueldo que estaba regateando al ignorar el convenio sectorial.

La comunidad canaria también es el territorio donde tiene más implantación la asociación, según comentan, por el miedo que impera entre las camareras de piso de otras autonomías a un despido si denuncian su precariedad laboral. «En Canarias es más fácil encontrar otro trabajo», reconocen.

El colectivo denuncia que hoteles como Catalonia Plaza emplean a becarias como camareras de piso

El otro frente de lucha de las ‘kellys’ son los convenios de formación, de los que según el colectivo se está abusando para obtener mano de obra con remuneración reducida. Ponen como ejemplo el hotel Catalonia Plaza de Barcelona, que firmó un convenio para captar estudiantes en prácticas con Barcelona Activa, dependiente del Ayuntamiento de Barcelona. 

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