Llegan los hoteles de marca blanca

Compañías como T3 intermedian entre las grandes cadenas y los propietarios para encontrar la insignia ideal de cada establecimiento

El negocio hotelero tradicional suma un nuevo actor. De manera hasta ahora discreta, los establecimientos de marca blanca han ido tomando posiciones en el sector hasta convertirse en un nuevo aliado de propiedades y grandes nombres comerciales. Compañías que sirven de nexo entre ambos mundos con una prioridad entre ceja y ceja: «Encontrar la mejor marca para cada establecimiento».

El funcionamiento de estas compañías es simple: entran con contratos de gestión en los inmuebles, pero no operan bajo su nombre. «Buscamos la marca que mejor va funcionar en cada alojamiento», promete Sebastian Lodder, consejero delegado de T3 Hospitality Management.

Gracias a la independencia que poseen, garantizan al propietario unas mejores condiciones que de ponerse él mismo en contacto con la comercializadora. «Las marcas sólo piensan en ellas mismas, nosotros no nos casamos nadie», advierte. Así, ya cuenta con 21 establecimientos de entre tres y cinco estrellas que trabajan con firmas como Hilton, Wyndham, Holiday Inn y Best Western.

Mientras, ya trabaja en nuevos proyectos en España, «un mercado muy maduro y más complicado para lograr nuevos hoteles». La expansión llegará a través de las antiguas repúblicas soviéticas. Por ejemplo, en Georgia, tras firmar la apertura de ocho nuevos hoteles de la mano de un socio local.

El hotel de marca blanca es el modelo de futuro, tanto por la tranquilidad como por las garantías que da a los propietarios

Pese a garantizar el éxito, desde T3 se resisten a detallar los casos de éxito por motivos de confidencialidad, insisten a Cerodosbé. Aseguran, sin embargo, que uno de los ejemplos más relevantes es el madrileño Holiday Inn Las Tablas; aunque no precisan los datos del incremento de la ocupación o el precio medio por habitación.

Tradicionalmente vinculado al segmento hotelero funcional, Lodder asum que el modelo también puede funcionar en las cinco estrellas: «Todo depende de la confianza que tengas con las marcas, pues en la gama alta se resisten a ceder su nombre a no ser que tengan garantías de éxito». La firma ya opera bajo la enseña Hilton el Sa Torre Mallorca, un establecimiento pentaestrellado en el archipiélago balear.

«Este modelo es el futuro, tanto por la tranquilidad que garantiza a las grandes marcas como por las facilidades y garantías que da a los propietarios», zanja. «Estoy seguro de que en el futuro veremos a los grandes hoteles de España operar de la mano de empresas como la nuestra», concluye.

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