Las microhabitaciones de hotel que vuelven locos a los más ricos

La cadena Yotel presenta sus microhabitaciones de 15 a 30 metros cuadrados, pero equipadas de un lujoso mobiliario

Son pequeñas, de un promedio de 20 metros cuadrados, pero no le faltan ni un detalle lujoso. Se supone que son habitaciones de hoteles premium, aunque al primer vistazo parecen más el camarote de un crucero. Estas son las minihabitacions de la cadena Yotel, que son tendencia en Nueva York, Boston y Singapur, y ahora aterrizan en Miami.

En pleno Downtown de la capital económica de Florida, el hotel Yotel ocupa 15 plantas de un rascacielos, en donde presenta 208 unidades residenciales llamadas PAD y 250 habitaciones. Como si fueran el interior de un velero, estas unidades se diseñan sin dejar un centímetro de más.

Además de tener baños en suite están equipadas con cocinas pequeñas, espacios de almacenamiento, escritorio apto para trabajar con un portátil, cama de dos plazas (o literas), y además de un televisor de última generación, los colores de las paredes se pueden customizar por medio de luces para crear una atmósfera más hogareña.

En Nueva York, donde es imposible encontrar un alojamiento por menos de 100 euros, estas microhabitaciones se ofrecen como una alternativa más económica pero sin perder calidad, al contar con promociones desde los 64 euros por noche.

Las ‘cápsulas’ de Yotel en los aeropuertos miden siete metros cuadrados

Lo llamativo es que sus clientes no son precisamente turistas de bajos recursos, sino profesionales de altos ingresos que quieren sentir la experiencia de dormir, aunque sea una noche, en estos innovadores apartamentos.

yotelair premium
Las microhabitaciones de Yotelair permiten dormir por horas en los aeropuertos.

Cápsulas para dormir en los aeropuertos

En el interior de los aeropuertos de Heathrow, Gatwick (Londres), Schiphol (Ámsterdam) y Charles de Gaulle (París) esta cadena cuenta con la marca Yotelair, donde más que habitaciones ofrecen cabinas de siete a diez metros cuadrados, en las que entre una y cuatro personas pueden dormir, como si fuera el camarote de un tren, por un máximo de cuatro noches.

Las tarifas son por horas, ideal para los que necesiten una siesta antes de tomar un vuelo o los que tienen una escala larga pero no quieren salir del aeropuerto.

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