Husa pone la alfombra roja a los fondos de inversión y family offices

La hotelera de Joan Gaspart divide los establecimientos que todavía le restan en sociedades separadas para facilitar su compra por parte de los inversores. 

Husa suelta lastre para sobrevivir. Desde que el juzgado de lo mercantil nº 3 de Barcelona aprobó el convenio con los acreedores, la hotelera de Joan Gaspart se ha desprendido de los inmuebles que tenía en propiedad para mantener la comercialización. Una inyección de líquido para pagar la deuda contraída. La compañía quiere facilitar todavía más la salida al mercado de sus activos y ha empezado a dividirlos en sociedades independientes, más atractivas para los fondos de inversión y los family offices.

La sociedad busca grupos dispuestos a adquirir los cimientos. «Al crear una empresa independiente es más fácil asociarse con un comprador que sólo quiera involucrarse en uno de los inmuebles y cedernos la gestión», explica un alto directivo.

El nombre elegido es sintomático: Husa Fénix. La cadena que dominó Barcelona con puño de hierro busca resurgir de sus cenizas, descapitalizándose al vender su patrimonio y dedicarse exclusivamente a la explotación. A nivel legal, figura al frente de la sociedad Arturo Cardona, director financiero de la hotelera desde sus inicios.

La ayuda británica

Para sacar adelante la nueva Husa, Gaspart cuenta con el apoyo de Park Street Advisors. El fondo británico dotará de músculo económico a la comercializadora catalana con la creación de Park Street Husa. Por el momento, el grupo ya ha salido en ayuda de la firma y en el primer trimestre de 2015 inyectó dos millones de euros a las maltrechas arcas de la empresa.

La sociedad resultante estará controlada al 60% por el capital extranjero y el 40% por la compañía familiar.

Una activa política de ventas

La hotelera ha pasado de los 56 establecimientos que controlaba en 2014 a apenas 10 en la actualidad. Muchos se han traspasado a otros empresarios del sector y otros, por valor de 80 millones, han sido comprometidos con los acreedores financieros. Entre ellos, CaixaBank, el Banco Popular, el Banc Sabadell, el Deutsche Bank y el Institut Català de Finances.

Durante el concurso, otros alojamientos se traspasaron a Atiram Hotels, una sociedad creada en 2013 que preside María Gaspart, hija de Joan Gaspart. La joven cadena se ha quedado con cinco de las propiedades de Husa en Andorra y los emblemáticos Arenas y Tres Torres en Barcelona.

La deuda con la administración pública

Si bien la descapitalización avanza al ritmo marcado por la empresa, la firma también debe pagar las deudas contraídas con los acreedores. Con algunas compañías privadas ya se ha refinanciado el pasivo y se resolvera mediante los ingresos obtenidos con la futura gestión hotelera.

Sin embargo, Husa todavía no ha empezado a liquidar las obligaciones con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social por un agujero que roza los 90 millones de euros como explicó Economía Digital. Es, por el momento, el principal escollo para el renacer de Joan Gaspart.

a.
Ahora en portada