El plan de Hooters en España: 15 ciudades en siete años

La cadena de restaurantes estadounidenses ya ha firmado la apertura en Barcelona para el próximo verano

Un imperio con más de 420 restaurantes repartidos por 29 países alrededor del mundo aterriza en España. Más conocido por sus provocativas camareras que por su abundante comida americana, la cadena de hamburgueserías Hooters llega a la Península Ibérica. Y lo hace con ambición: el objetivo es que las ceñidas camisetas blancas y los diminutos pantalones naranjas alcancen las 15 ciudades en sólo siete años.

Como avanzó Cerodosbé, la compañía peina las grandes capitales para instalar los fogones que sacien los deseos de alitas de pollo y los grifos que surtan de cerveza a los clientes. “La expansión va viento en popa”, celebra Julio Arias, director de Operaciones de la empresa en la Península Ibérica. “En un primer momento, nos interesa posicionarnos dentro de centros comerciales”, detalla.

De este modo, la cadena de restauración ya ha firmado la apertura de su primer local en Barcelona. Será en los grandes almacenes Vilamarina, en la localidad anexa de Viladecans. La fecha de inauguración: verano de 2017. Será la primera pica de la firma, aunque bajo un modelo diferente al de las grandes compañías del sector. “La gestión será directa y no de la mano de un franquiciado”, ilustra el ejecutivo.

Tras la ciudad mediterránea, Madrid y Sevilla aparecen en el horizonte. En la capital ya existen negociaciones con varias grandes superficies que se concretarán a lo largo del año próximo. En Sevilla, en cambio, preferien ubicarse a pie de calle, en alguna avenidas con tráfico de posibles comensales.

Hooters también quiere estar en tres ciudades portuguesas

Pero la expansión de Hooters toma el río Tajo y también pasa por Portugal. En el país atlántico, la cadena quiere alcanzar tres ciudades distintas en siete años. Lisboa, como no podía ser de otra forma, copa la lista de preferencias.

Además, el ejecutivo de la compañía aporta luz al cierre de la última aventura de la firma en España. Fue en Tenerife, en la Playa de las Arenas, y duró apenas un lustro tras bajar la persiana en 2012. “El empresario con el que operamos no cumplió con los requisitos exigidos y se le retiró la marca, pero los números cuadraban”, ilustra.

 

Para convencer a futuros asociados, la cadena se intenta quitar la etiqueta machista que le rodea por la cosificación de sus camareras. En un documento enviado a franquiciados al que ha tenido acceso Cerodosbé, asegura que atrae a más de 3.250 personas cada semana; con las mujeres siendo el 40% del público total.

Además, garantiza que en menos de tres años se recuperará la inversión, con una rentabilidad prometida del 34,4%, 13 puntos superior a la media del sector. Un filón de comensales con el que las ventas multiplicarán por 1,6 el gasto inicial realizado para poner en marcha el negocio, promete.

A escala mundial, Hooters sufre una crisis ante el avance de restaurantes con el mismo reclamo de camareras ligeras de ropa pero con un una apariencia más fresca y un menú más amplio. Por ello, el número de locales ha caído un 7% desde al año 2012 en Estados Unidos, según Business Insider. Como respuesta, la compañía ha iniciado un plan de renovación y modernización de sus establecimientos, con una imagen de marca más moderna.

Desde que en 2011 los fondos H.I.G Capital y KarpReilly adquirieron la compañía, una de las grandes apuestas de la sociedad ha sido la expansión internacional. Europa es uno de los mercados con más camino por recorrer, con apenas 11 locales repartidos entre Suiza, Austria, Alemania, República Checa, el Reino Unido y Rusia

 

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