Nubar: fusiones exóticas en pleno Paseo de Gracia

La propuesta del nuevo restaurante Nubar, en el corazón del paseo más exclusivo de Barcelona, combina una cocina mediterránea y tradicional con toques exóticos

Nubar es la nueva apuesta del grupo Costa Este, de los hermanos Javier y Ramón Bordas, que tienen en su portfolio algunos de los locales de copas y gastronomía más emblemáticos de Barcelona, como Opium, Pachá Barcelona, Cachitos o Bling Bling.

En el corazón del Paseo de Gracia el Nubar está oculto. Se adivina su presencia por la terraza con sillones algo rimbombantes que ocupan la acera, pero para llegar a este restaurante y coctelería hay que bajar una escalera y sumergirse en un sitio de luces tenues, de decoración sofisticada y que va desde un minimalismo retro en el sector más señorial hasta una imitación de una jungla en el sector de copas.

La receta que funciona

El Nubar es el hermano de Nuba, el restaurante cercano al Turó Park. Los ingredientes del local de la parte alta de Barcelona se repiten en el nuevo emprendimiento: la cocina comienza a trabajar a las 13.00 y sigue a un ritmo ‘non-stop’ hasta la medianoche, una propuesta pensada para las comidas y cenas de los turistas y los barceloneses, cuyos horarios no siempre tienden a coincidir.

“Buscamos una cocina ecléctica”, describe el chef Josemi Manzanal, quien agrega que la propuesta de sus fogones tiene un fuerte acento en el pescado, los frutos de mar y los arroces, pero también busca la fusión de sabores y aromas con una mezcla de tendencias orientales, sudamericanas y europeas.

El exotismo de la zona de cócteles se equilibra con el salón más formal para las cenas y comidas

Sus porciones son de una medida correcta, no son para quedar extasiados pero tampoco para quedarse con hambre. Lo sugerido es pedir tres o cuatro platos, para compartir, y así contar con un recorrido de sabores diferente.

Nuba salón
Salón principal del Nubar.

Paseo por gustos eclécticos

El menú presentación del Nubar comenzó con unas láminas de berenjenas, bien crujientes, seguidas por una refrescante ensalada de mango con bogavante y frutos rojos, que también tiene como alternativa la ensalada de langostinos tigre con canónigos y aguacate.

El entrante siguiente, los huevos rotos con foie y unos salpicones de trufa, fue uno de los más celebrados, así como las alcachofas al horno, que era posible cortar con el canto de un tenedor. Los ‘nems’ de verdura recuerdan a los arrolladitos orientales, y la delicadeza del tartar de atún con caviar elevó el listón.

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Terraza del Nubar en Paseo de Gracia.

El plato más contundente, la presa ibérica con puré de manzana, daba un carácter cercano al impacto, para que después los sabores se atenúen a los postres con una excelente tarta de queso, un hojaldre de manzana con helado de mandarina y una selección de helados y brownies que levantaban la veda sobre el chocolate.

La combinación de restaurante y coctelería permite que en el Nubar haya ambientes diferenciados sin que choquen entre sí. En los salones para comer, incluso en un privado para 12 comensales, la música es tan tenue como las luces, que cambian de color con las horas. En el sector de copas, se cumple la máxima de buscar un sitio relajante pero activo, donde un DJ se encarga de darle un toque chill out en un ambiente de tintes exóticos, y que prolongue la noche hasta las 3 de la mañana los fines de semana.

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