Quesos y jamones de edición limitada para empezar el año con buen pie

El inicio del año es una buena oportunidad para degustar productos exclusivos como el jamón de bellota y los quesos artesanales de oveja

Hay jamones y jamones, pero al menos en una ocasión especial, como son las fiestas de Fin de Año y Reyes, no se puede dejar pasar la oportunidad de probar un jamón ibérico de bellota.

La edición limitada de 10 Vetas, perteneciente al Consorcio de Jabugo, consiste en un jamón ibérico puro de bellota de 7,5 kilos, que procede de cerdos criados en las sierras de Huelva, alimentados exclusivamente por estos frutos secos.

Esta edición se limita a cien piezas seleccionadas por el maestro jamonero de Sierra Mayor de Jabugo. Estos jamones destacan por su sabor, con una prolongada persistencia en boca, una textura delicada, y un color que matiza entre el rojo y el púrpura.

La clave de la calidad de estos productos reside en la alimentación de la piara y en el continuo ejercicio de los cerdos en libertad en las dehesas, lo que contribuyen a la formación de sus músculos con una proporción equilibrada entre carnes y grasas, un factor necesario para formar el veteado único que caracteriza a estos jamones.

Estos productos se pueden adquirir enteros, en un práctico estuche, o bien cortado a mano en sobres con lonchas de 80 gramos, con el añadido de taquitos y huesos.

Los quesos elaborados de forma artesanal tienen un sabor más intenso

Para acompañar a los jamones, una alternativa son los sabores intensos de los quesos curados de oveja. Quesos Canal presenta una edición limitada de 300 unidades de su producto Peñaflor, elaboradas de forma artesanal. Al fabricarse sin tratamiento térmico, estos productos mantienen sus propiedades originales, y a diferencia de sus pares industriales, no les hacen falta aditivos ni colorantes.

La leche y el cuajo marcan algunas de las diferencias entre un queso artesanal de leche cruda y uno industrial que ha sido pasteurizado. En el caso de los Quesos Canal, su materia prima es la leche del ganado de la provincia de Valladolid, que se alimenta de pastos naturales.

Tras 16 meses de curación, en los que un maestro afinador comprueba la calidad de cada uno de los quesos, el producto está listo para ser degustado.

En boca, se comprueba que los quesos elaborados con leche cruda ofrece sabores más intensos, con una mayor grado de mantecosidad y un toque picante que, cuando se lo prueba con un cava o un vino tinto, forman una intensidad difícil de olvidar.

a.
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