Navarra, entre bosques y paisajes lunares

En un fin de semana se puede viajar los frondosos bosques de Irati y el paisaje de ciencia ficción de las Bardenas Reales. Y dormir en hoteles con personalidad

Aunque sea una comunidad autónoma de un tamaño pequeño –comparado con Andalucía o las Castillas-, Navarra tiene una gran diversidad de paisajes en sus tierras. Y para marcar el contraste, realizaremos un recorrido por dos ámbitos totalmente diferentes: la selva de Irati y las Bardenas Reales.

De acuerdo, el concepto de ‘selva’ es un poco exagerado para hablar de este paraje ubicado en el Pirineo Oriental, pero el bosque de Irati cuenta con la mayor extensión de hayas y abetos de Europa después de la Selva Negra (Alemania), y en estos meses otoñales, el verdor que le caracteriza ha dado paso a una gran gama de tonos marrones.

Un paseo por sus senderos ofrece la oportunidad de disfrutar de un paisaje que apenas ha sido alterado por la mano del hombre, donde sólo se escuchan las aguas del río Irati que llegan, rápidamente, hasta ese rincón de paz que es el embalse de Irabia.

Además del excursionismo por los caminos de este bosque, también se pueden realizar paseos en bicicleta; o si se quiere apuntar a los deportes invernales, es posible ascender a los montes Mendilatz (1.340 metros) o al Okabe (1.470 metros), así como realizar excursiones con raquetas de nieve o practicar esquí de fondo en Abodi.

Para descansar y reponer fuerzas, recomendamos el Hotel Torre de Uriz, construido en torno a una antigua torre de defensa con vistas a la montaña y al valle de Arce.

Este hotel se encuentra a 20 kilómetros de Irati, y cuenta con seis habitaciones que se reparten entre la torre y una casa anexa. Todas están decoradas con muebles modernos, y en las áreas comunes se encuentra un salón con chimenea y un bar de autoservicio para tomar una copa junto al fuego. Los miércoles, en que el restaurante del hotel está cerrado, se recomienda probar la cocina regional con productos caseros y de proximidad.

El caprichoso paisaje de las Bardenas Reales

De la densidad boscosa de Irati nos trasladamos a un desierto de rocas y arenilla que parece el set de un film de ciencia ficción. Se trata de las Bardenas Reales, un paraje declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco.

El milenario y paciente juego del viento y la lluvia han moldeado las rocas de arcilla, yeso y arenisca, para crear impactantes barrancos, crestas, mesetas y cerros solitarios. Sus caprichosas formas han servido de decorado para una gran cantidad de películas, como ‘Orgullo y pasión’, ‘El mundo nunca es suficiente’ y de series como ‘Juego de Tronos’.

A través del día, el sol va jugando con su luz y el visitante podrá comprobar cómo el paisaje va cambiando de tonalidades en un fascinante juego cromático. Pero así como parece un predio desolado, en el lugar se concentra una gran población de aves, sobre todo rapaces, que atraen a ornitólogos de todo el país.

Si bien la mayor parte del parque está protegido, se pueden realizar diversos recorridos de senderismo, o en bicicletas todo terreno; o si se quiere algo más cómodo pero no menos audaz, en vehículos 4×4.

Y para culminar una jornada en un sitio tan extraño sugerimos dormir bajo las estrellas. Pero no al aire libre sino en el particular Hotel Aire de Bardenas. Allí hay unas burbujas semi transparentes, equipada con una cama doble, donde se puede dormir contemplando los astros.

Otra opción es alojarse en las casetas con forma de cubos, también dotadas de amplios ventanales para disfrutar de este paisaje tan peculiar. El buen gusto del diseño y la arquitectura de este complejo le han hecho ganador de 26 premios de arquitectura y diseño.

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