El avión eléctrico Solar Impulse II completa su hazaña

Tras 16 meses de trayecto este proyecto pionero en la aviación mundial remata su vuelta al mundo sin gastar un gramo de combustibles fósiles

Tras 23 días de vuelo en solitario repartidos en 17 etapas en las que cubrió una distancia de 43041 kilómetros el avión eléctrico Solar Impulse II, con Bertand Piccard a los mandos, tomaba tierra en Abu Dhabi a las 00:05 UTC de este 26 de julio de 2016, completando la vuelta al mundo que emprendieron en marzo de 2015.

A pesar de un serio contratiempo con las baterías, que resultaron dañadas por un exceso de temperatura en el vuelo entre Japón y Hawaii, lo que obligó a reemplazarlas y retrasó varios meses la siguiente etapa, Piccard y Borschberg consideran que el haber terminado la vuelta al mundo con un avión eléctrico es toda una demostración del potencial de las energías renovables.

«Esto no es sólo un hecho histórico en cuanto a la aviación; lo es sobre todo en la historia de la energía. Estoy seguro de que en 10 años veremos aviones eléctricos que transportan 50 pasajeros en vuelos de corta y media distancia» ha asegurado Piccard. 

«Esto no es sólo un hecho histórico en cuanto a la aviación; lo es sobre todo en la historia de la energía»

«Las mismas tecnologías limpias que hemos usado en el Solar Impulse se podrían implementar en tierra en nuestra vida cotidiana para dividir por dos las emisiones de CO2 de una manera rentable. Solar Impulse es sólo el principio», ha continuado el piloto suizo. 

Piccard es, quizás, un pelín optimista con lo de los aviones eléctricos de pasajeros en 10 años, aunque no les falta razón a la hora de intentar concienciar a la gente de la importancia de invertir en energías renovables so pena de terminar cociendo el planeta

Aparte de todo esto la vuelta al mundo del Solar Impulse 2 ha batido 19 récords que aún tienen que ser confirmados por la Federación Aeronáutica Internacional, entre ellos el vuelo en solitario de cinco días de André Borschberg entre Japón y Hawaii, el más largo nunca en cualquier tipo de avión, y el primer cruce del Atlántico en un avión eléctrico.

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