El Prat sufre, otra vez, una oleada de retrasos por culpa de una baliza

La instalación catalana vuelve a operar con una sola pista por tercera vez en cuatro meses por "un problema de balizamiento"

No es ni la primera ni la segunda vez. El Aeropuerto de El Prat sufrió, de nuevo, una oleada de retrasos este domingo. Por tercera vez en apenas cuatro meses, «un problema de balizamiento» saturó la instalación y obligó a los responsables del aeródromo catalán a actuar con sólo una pista tanto para los despegues como para los aterrizajes. El tiempo de espera para los pasajeros superó las dos horas en algunos de los vuelos programados.

Según explicó Enaire –-propietario del 51% de Aena— el contratiempo operativo se prolongó durante sólo 20 minutos. Sin embargo, las salidas con demora empezaron a las 12 de la mañana y no se detuvieron hasta las 3 de la tarde. Afectaron a prácticamente todas las compañías: Desde vuelos de corto radio de Ryanair o Vueling hasta las conexiones con Estados Unidos que realizan Delta y American Airllines

Además, en esta ocasión, el caos se agravó debido a las condiciones climáticas «adversas», abundaron las mismas voces.

 A partir de este mismo mes de octubre, Aena asfaltará la problemática pista en unas obras que se alargarán hasta el verano

El pasado mes de julio, el desprendimiento de una baliza ya obligó, en dos ocasiones, a funcionar al 50% en El Prat. El 11 de julio, una de las marcas se desenganchó de la pista de despegues, la más cercana al mar, y forzó a varias aerolíneas a desviar sus aterrizajes hasta aeropuertos cercanos como el de Reus.

Dos semanas después y todavía en plena operación salida, otra de las boyas volvió a saltar en la pista 25R, la más grande, con retrasos que alcanzaron las cinco horas en algunos casos. De nuevo, una tormenta empeoró la afectación para los pasajeros de la instalación catalana.

La sucesión de contratiempos con las balizas debería tener los días contados. A partir de este mismo mes de octubre, Aena asfaltará la problemática vía en unas obras que se alargarán hasta el verano. La compañía pública aprovechará las obras para renovar las señales de balizamiento con luces LED, más ecológicas. 

La cara negativa de la moneda es que la pista se mantendrá cerrada durante 27 días, por lo que los slots disponibles se reducirán. Un recorte que afectará a las compañías, que deberán modificar o suspender los vuelos programados en caso de falta de espacio. 

a.
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