El proyecto de Airbus que quiere revolucionar la aviación comercial

'Transpose' es una tecnología que permitiría a las aerolíneas jugar con las diferentes estancias de un avión y cambiar radicalmente la experiencia de vuelo

Un vuelo no suele deparar muchas sorpresas. Los aviones se parecen demasiado unos a otros y la experiencia del pasajero, especialmente si viaja en clase turista, apenas ha variado en los últimos años. Las cabezas pensantes del grupo Airbus llevan tiempo pergeñando un plan que podría dar la vuelta al concepto de avión que hoy tenemos en mente.

El fabricante europeo acaba de presentar públicamente Transpose, un proyecto a través del que las aerolíneas podrían instalar en el interior de la nave y de manera temporal desde una pequeña cafetería a una sala de literas, pasando por una cafetería o un aula de juegos para los más pequeños. ¿Cómo es posible hacer esto?

La clave del asunto radica en un concepto: flexibilidad. Según el prototipo adelantado por Airbus, el sistema funciona como una especie de mecano formado por módulos. Estas cabinas se pueden substituir o intercambiar en cada vuelo, según las necesidades de la compañía y acorde al tipo de trayecto realizado.

Tal y como se observa en el vídeo inferior, la tecnología utilizada es similar a la usada por ciertos aviones de carga. A través de una enorme compuerta sería posible introducir y extraer los diferentes módulos entre vuelo y vuelo, como si se tratase de palés con mercancía para transportar. En este caso, sin embargo, se trabajaría con módulos de asientos estándar o con cualquier otro espacio imaginado por la aerolínea.


 
A pesar de su apariencia futurista, Transpose tiene visos de proyecto disruptivo y revolucionario. Tal y como explican desde Skift, las aerolíneas tenían hasta ahora el problema de que cualquier elemento añadido a los tradicionales pasillos y butacas para viajeros suponía un alto coste en términos de rentabilidad: un servicio premium como puede ser una barra de bar dentro de un vuelo únicamente será rentable para trayectos con pasajeros que hayan pagado por estos servicios. En cambio, si esa misma aeronave realiza posteriormente una ruta sin demanda business, el servicio añadido pierde todo el sentido, provocando importantes pérdidas a la compañía.
 
La propuesta de Airbus da la vuelta completamente a este problema. Es más, abre la puerta a las compañías para incorporar valor añadido a su oferta, en busca de la diferenciación respecto a la competencia. Con todo, lo embrionario del proyecto obliga a ser cautos: el prototipo presentado todavía está en fase de desarrollo y su futuro dependerá de la respuesta del mercado. ¿Viviremos en los próximos años una revolución en la manera de volar? ¿Aceptarán las aerolíneas el reto? El tiempo lo dirá. 

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