La exposición que muestra cómo será volar en una década

La feria de interiores de aviones de Hamburgo ofrece las últimas novedades en asientos, entretenimiento y todo lo que se pueda encontrar dentro de una cabina

El pasado 3 de abril, en el aeropuerto de Hamburgo, un aluvión de ejecutivos y elegantes directivas recorrían los pasillos de la terminal con su equipaje de mano y otra maleta adicional, pero vacía. ¿Por qué se molestaban en llevarla? Para cargar los kilos de folletos y tarjetas que recolectarán en la Aircraft Interiors Expo, la mayor exposición de interiores de aviones del mundo que cada año se organiza en esta ciudad del norte de Alemania.

Este es el evento clave de la industria para conocer las tendencias en el interior de las cabinas. Asientos, pantallas multimedia, tapices, trolleys, almohadas, cosméticos de cortesía, puertas, escaleras, toboganes de emergencia y todo lo que se pueda encontrar en el interior de un avión tiene aquí un stand.

El evento, al que asisten 18.000 personas cada año, cuenta con 550 exhibidores que van desde fabricantes de duchas hasta empresas de calzados resistentes al fuego. Se pueden encontrar firmas alimentarias que ofrecen sus novedades en snacks y antipastos, y textiles que exhiben sus diseños de uniformes y telas para pilotos y azafatas.

Una industria que factura 1.500 millones de euros al año

Como dice una representante de una aerolínea norteamericana citado por la revista Monocle, “aquí todo el mundo se mira a los ojos y enseguida baja la vista”. No es por pudor, sino para leer rápidamente la gigantesca tarjeta de presentación colgante que cada asistente exhibe en su cuello. Reconocer rápidamente a un gerente o alto ejecutivo de una aerolínea es vital para cerrar trato en un negocio que factura 1.500 millones de euros al año.

En estos tres días de exhibiciones, “el champagne corre con más fluidez que el agua”, dice Juergen Schwald, consejero delegado de BMS Papier Concept, una firma que fabrica envoltorios para las comidas a bordo, usado por numerosas aerolíneas para el bocadillo que los pasajeros compran en los vuelos –sobre todo en las aerolíneas low cost-.

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Allí también se puede ver las nuevas creaciones de Spiriant, que presenta sus modernos trolleys, los últimos y más lujosos accesorios a bordo y mesas rebatibles con conexión USB y racks para insertar el móvil o la tableta. Esta empresa alemana ha enseñado su nueva almohada dual: los pasajeros de las clases más exclusivas no pueden elegir el grado de suavidad de una almohada, y si pudieran sería una pesadilla para optimizar los espacios. Spiriant acerca una solución: una almohada con un lado más duro y su reverso más blando.

En búsqueda de la innovación

En esta exposición no se busca tanto el producto nuevo, sino un concepto rompedor sobre lo que ya está inventado. La consigna es que sea más lujoso, que permita ganar más espacio a bordo o que sea más eficaz. Por ejemplo, a un asiento no se le puede agregar muchas más funciones, pero el fabricante Recaro juega la carta de la versatilidad, en un gigantesco stand rodeado de azafatas y al que sólo se puede acceder por invitación. Esta marca, que diseña productos para Porsche y Volkswagen, exhibe desde asientos que apenas se reclinan (el sueño de las low cost para maximizar el espacio entre las filas) hasta otros que parecen ser más cómodos que la cama un hotel.

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Las tendencias que se pueden presentar no se verán en las aerolíneas hasta dentro de cinco o diez años. Los fabricantes se arriesgan poco a los prototipos, como los asientos que se convierten en camas superpuestas, que recuerdan a los camarotes de un tren. También hay muchas apuestas por la realidad virtual, la realidad aumentada y hasta sugerencias de robots que, quien sabe, el día de mañana pueden servir un whisky o entregar el kit de pijama y cosméticos a los pasajeros de primera clase.

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