Las aerolíneas estadounidenses se echan a los brazos de Trump

El sector espera que el proteccionismo frene el envite de las compañías del Golfo y dificulte la expansión de Norwegian en el país

El cielo estadounidense está en juego. Tras intentar influir durante años en la política aeronáutica de Barack Obama, las grandes aerolíneas norteamericanas ven con buenos ojos la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Delta, United y American Airlines aspiran a que el tupé más famoso del momento se convierta en su aliado para frenar el avance de las compañías del Golfo Pérsico en el país.

El trío empresarial lamenta la competencia desleal de sus homónimas asiáticas, a las que tildan de estar fuertemente subvencionadas. Ahora, ante las promesas de proteccionismo industrial realizadas por el republicano esperan poder recuperar el terreno perdido. «Esperamos con optimismo al presidente electo y su nueva administración para que actúe contra las masivas e injustas subvenciones que los Emiratos Árabes y Catar otorgan a sus aerolíneas», explica Jill Zuckman, portavoz de la asociación Partnership for Open and Fair Skies, al Washington Post.

El enemigo es claro: Qatar Airways, Etihad y Emirates. «Estos subsidios amenazan el empleo de 300.000 estadounidenses y a la aviación americana en general», alerta. «Somos optimistas en que Trump plantará cara y hará cumplir nuestros acuerdos comerciales», celebra.

El número de pasajeros hacia Asia ha caído un 20% en las aerolíneas estadounidenses

Así, la rápida expansión de estas tres compañías ha cercenado el número de pasajeros hacia Asia en un 20% a las firmas de solera estadounidenses. En un sector que prohibe las subvenciones, las aerolíneas estadounidenses denuncian que sin las ayudas públicas su crecimiento no habría sido al mismo ritmo que el actual. Según las estadísticas del Departamento de Transporte, los usuarios desde Boston cayeron un 23%, desde Washington un 25% y desde Seattle un 28%.

Por ejemplo, Delta, United y American Airlines ven como un subsidio que el gobierno de Emiratos Árabes dedicará 7.200 millones de euros para remodelar el Aeropuerto de Dubái para beneficiar a Emirates. Otro caso que señalan son los miles de millones que Abu Dabi entrega a Etihad. En cambio, las compañías asiáticas responden que no se trata de subvenciones, sino de «inversiones que nuestros países esperan recuperar». 

Norwegian es pesimista a la hora de obtener nuevas licencias para volar a los Estados Unidos

Pero la amenaza no sólo llega desde el Golfo Pérsico. La aerolínea de moda en El Prat, Norwegian, también tiene problemas para desembarcar toda su operativa en Estados Unidos. Ya con Obama en el mando, las trabas y zancadillas fueron constantes, y ahora no esperan que vayan a llegar las facilidades.

Pese a que no se posicionó expresamente –algo que sí hizo Hillary Clinton–, fuentes de la compañía ven complicado obtener nuevas licencias para operar en el país. Actualmente, la operativa de la empresa esta dividida en cuatro compañías; dos en Noruega, una en el Reino Unido y otra en Irlanda, y sólo una de las nórdicas puede volar a Norteamérica. Así, al estar fuera de la Unión Europea, los aviones de esta filial tiene vetado el acceso a varias rutas de Asia y África.

 

 

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