Norwegian decepciona y se desploma en bolsa (otra vez)

Las operaciones de aerolínea pierden dinero con un incremento de los gastos imprevisto que le obligan a rebajar las expectativas anuales

Depresión entre los inversores del sector aeronáutico. Una vez más, Norwegian Air vuelve a decepcionar con resultados lejanos a los esperados. En el segundo trimestre, los despegues y aterrizajes frenéticos a una banda y otra del Atlántico se han transformado en unas pérdidas operativas de 91 millones de euros, costes imprevistos y una rebaja de las expectativas para el año 2017.

La compañía nórdica cae un 14% en bolsa y el precio de la acción se rebaja desde los 22,4 euros a los 19,2 euros. Una respuesta al repunte de los gastos. En lo que va de año, la empresa se ha depreciado un 38,6%, pues a comienzos de enero la firma llegó a cotizar a más de 31 euros por participación.

“Hemos tenido unos costes adicionales significativos debido al arrendamiento de aviones, el alto precio del petróleo y el impuesto de pasajeros implementado por el gobierno Noruego el año pasado”, ha lamentado el consejero delegado, Bjorn Kjos. No obstante, las dificultades a la hora de recortar costes, pieza clave en el negocio del bajo coste, ha encendido las alarmas de los analistas.

Los ingresos de Norwegian han crecido un 17% frente al año pasado pero los gastos han subido un 45% liderados por una subida del 56% en los costes de mantenimiento. Sólo la venta del 2,5% del capital de Bank Norwegian ha logrado que el resultado final entre abril y junio sea de unas ganancias de 90,9 millones de euros.

Y las perspectivas de futuro tampoco son halagüeñas. La esperanza de crecer en número de asientos disponibles al ritmo del 30% se desvanece frente a un 25% más realista. Mientras, el coste unitario subirá alrededor de un 5%. «Las ventas y pre-reservas para los meses venideros tienen muy buen aspecto», ha tranquilizado Kjos.

“El clima para las aerolíneas europeas es el peor desde la crisis financiera”, ha advertido Karl-Johan Molnes, analista de Norte Securities, a Reuters. “No obstante, el impuesto para los pasajeros en Noruega y los costes derivados de la flota de Boeing 787 Dreamliner hace que la situación sea especialmente mala para Norwegian Air”, ha añadido.

Durante el segundo trimestre, Norwegian ha puesto en producción un nuevo Boeing 787 Dreamliner, ocho nuevos Boeing 737-800 y dos Boeing 737 MAX. La flota ha aumentado de la mano de los pasajeros que han ascendido a 8,6 millones, un 12% más liderados por los aeropuertos de Oslo y Londres Gatwick.

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