Prohibir los portátiles a bordo costaría 1.000 millones a los pasajeros

IATA asegura que habrá altos costes por la pérdida de productividad y en el alquiler de equipos

Si se aplica la prohibición de llevar portátiles y tabletas en la cabina de los vuelos entre Estados Unidos y Europa, los pasajeros tendrían que afrontar unos gastos de aproximadamente 1.000 millones de dólares (898,7 millones de euros), calcula IATA.

La entidad, que agrupa a 265 aerolíneas de todo el mundo, afirma que los pasajeros tendrían un perjuicio de 655 millones por pérdidas de productividad, 216 millones por tener que realizar viajes y escalas más prolongadas, y 195 millones adicionales que pagarán las personas que alquilen dispositivos a bordo.

Las actuales restricciones, que alcanzan a los vuelos entre Estados Unidos con Oriente Medio y el norte de África implica a 350 vuelos semanales. Si se extiende a la Unión Europea (más Suiza, Noruega e Islandia) habría 2.500 conexiones por semana donde los pasajeros no podrán usar sus ordenadores.

IATA: con la prohibición descenderían los vuelos entre EEUU y Europa

Para Alexandre De Juniac, consejero delegado de IATA, la ampliación de la prohibición causaría una interrupción “significativa” en el mercado de vuelos transatlánticos, y no sería la mejor manera de frenar una amenaza terrorista, dijo en una entrevista a Bloomberg.

“Viajar con su portátil es parte del día a día”, agregó De Juniac. “No estamos seguros de que esta prohibición sea adecuada para la amenaza. No sabemos cuál es la base o la inteligencia que justifica esta medida”, dijo el CEO de la patronal de las aerolíneas.

Un temor de IATA es que muchas empresas preferirán cancelar sus viajes antes que entregar sus ordenadores, con información sensible, a los tripulantes de cabina.

Las baterías de litio en bodega son un riesgo adicional

Las aerolíneas también tendrían que enfrentar costes adicionales por los retrasos en la manipulación del equipaje facturado, y los gastos por posibles daños o robos de dispositivos. Otro factor de preocupación para IATA es que la inseguridad de los vuelos podría aumentar al almacenarse más baterías de litio en las bodegas de los aviones, un material que puede generar combustión espontánea.

El directivo de IATA pide a las autoridades aeronáuticas de Estados Unidos, generadores de la medida, que revisen esta disposición y que tengan en cuenta a la organización a la hora de pensar nuevas formas de aumentar la seguridad a bordo.

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