¿Quién puede comprar el aeropuerto Roma-Fiumicino?

El gigante que surja de la unión de Abertis y Atlantia deberá centrarse en las autopistas, siguiendo el camino de la empresa española en los últimos años

Abertis se ha dedicado en los últimos años a desconsolidar algunos de sus negocios, centrándose en las autopistas. Primero fueron los parkings y centros logísticos (Saba) y después las infraestructuras de telecomunicaciones (Cellnex). Sólo le queda una participación en el satélite Hispasat, pero puede que tenga que venderla si termina fusionándose con Atlantia. Sin embargo, será la empresa italiana la que tenga que hacer un mayor esfuerzo de desinversión, vendiendo sus aeropuertos.

Los mercados han recibido con prudencia y un moderado optimismo la posibilidad de fusión de Atlantia y Abertis, mediante una opa amistosa de la empresa italiana sobre la española que deje a la familia Benetton y a Fundación Bancaria La Caixa como accionistas de referencia del nuevo gigante mundial de las autopistas. Muchos analistas apuntan que ambas compañías saldrán beneficiadas, pero algunos ya ponen deberes al futuro líder del sector.

La empresa resultante de la fusión tendrá que desinvertir de todos sus negocios periféricos para centrarse en las autopistas, que aportan buena parte de sus beneficios. Los analistas del Sabadell creen que ese sería “el mejor escenario” para la fusionada Abertis-Atlantia, que también tendrá que recortar costes en algunos países.

Entre ambas compañías, tienen un beneficio de explotación de más de 6.500 millones de euros. El negocio de las autopistas genera el 88% de este ebitda, sobre todo por los negocios de Atlantia en Italia y de Abertis en Francia y España, aunque también en Chile y Brasil. Los dos aeropuertos que gestiona Atlantia (Roma y Costa Azul) aportan un 7,7% del ebitda, Hispasat el 2,4% y la tecnología de telepago algo más de un 1%.

El futuro gigante del sector también tendrá que hacer los deberes a nivel de reducción de costes, aunque tienen pocas duplicidades, por lo que el esfuerzo no será excesivo. En Francia y España no tienen duplicidades, mientras en Italia la mayoría del negocio es de Atlantia –Abertis gestiona 235 kilómetros, por 3.020 de Autostrade–. El recorte sería muy reducido.

Donde tendrán que hacer el mayor esfuerzo de reducción de costes centrales y de mantenimiento, según la fuentes consultadas por Cerodosbé, será en Chile Brasil. Allí ambas compañías tienen pesos parecidos y pueden fusionar estructuras.

Para los analistas de Bankinter, más prudentes, la operación será beneficiosa para ambas compañías. Para Atlantia, que tiene buena parte de su negocio en Italia, supondrá la internacionalización del negocio, por lo que reducirá su riesgo, al dejar de estar tan expuesta a una sola legislación.

Por su parte, Abertis incrementará la duración de su portfolio, algo en lo que el consejero delegado de la compañía, Francisco Reynés, ha centrado su gestión, especialmente tras el anuncio del gobierno español de no renovar las concesiones que vencen en los próximos años. La compañía catalana es la gran perjudicada de esta decisión, ya que afecta a la AP7, una de sus joyas de la corona, y la AP2.

Los analistas también ven poco probable que la opa pueda pagarse en efectivo. De hecho, Atlantia ya ha manifestado que podría hacer parte de la oferta en acciones, lo que significa que La Caixa, primer accionista de Abertis con el 22,25% del capital, mantendrá una posición de referencia en el accionariado del futuro líder de las autopistas. Es por ello que el propio Isidro Fainé se ha desplazado en las últimas semanas a Italia para negociar con Atlantia y la familia Benetton.

La operación todavía está en una fase inicial y, pese a que en un principio se planteó como una compra, el mercado da por hecho que se tratará de una fusión y de que el núcleo duro de Abertis –es decir, La Caixa a través de Criteria– no perderá la oportunidad de formar parte del gigante de las autopistas. Abertis volvió a cotizar este miércoles con un descenso del 3%, tras la subida del 6,6% del martes. Atlantia hizo el camino contrario y este miércoles recuperó un 0,6%.

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