La agencia de viajes de Botín vende un cuarto de lo que predijo

La mayor tienda del mundo, ubicada en el centro de Madrid, factura 10 millones de euros con una plantilla de 60 personas

Se presentó al público hace un año rodeada de personalidades del mundo del turismo y con un apellido ilustre en el registro de propiedad: Botín. Pangea, la tienda de viajes más grande del planeta, fue inaugurada en octubre de 2015 de la mano de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; el titular de turismo de la comunidad, Carlos Chaguaceda, y la antigua directora de Turisme de Catalunya, Marian Muro. Hoy, los 1.500 metros cuadrados ubicados en pleno barrio de Salamanca naufragan en la consecución de resultados.

La empresa impulsada por Javier Botín, hermano de la presidenta del Banco Santander, David del Val, máximo responsable de Telefónica I+D, y el fondo Ibersuizas se mostraba ambiciosa a pocos meses de la apertura. “Prevemos unas ventas de 40 millones y entrar en beneficios en el primer semestre”, apuntaba el consejero delegado, David Hernández. La realidad se ha alejado de las expectativas a marchas forzadas y en su primer ejercicio apenas ha facturado 10 millones de euros.

Ya en febrero la empresa rectificó las previsiones. “Si hubiéramos abierto en junio podríamos haber alcanzado los 40 millones”, justificaba Hernández. Y pronosticaba: “Si el año va mal, lo cerraremos con una facturación de unos 12 millones, yendo bien entre 20 y 25”. No se han alcanzado ni las previsiones más pesimistas.

Pangea ha atendido a 7.000 clientes frente a las 80.000 personas que han visitado la tienda

Sin embargo, el ejecutivo trata de encontrar el lado positivo de la balanza. “Ha sido un año apasionante”, celebra. “Hace doce meses éramos un proyecto y hoy ya somos una compañía con 60 empleados capaz de facturar 10 millones de euros y atender a más de 7.000 clientes”, compara.

Precisamente, el ratio de ventas por trabajador es otro de las notas disonantes del funcionamiento de Pangea. Con 166.000 euros de volumen por persona, los estándares del sector fijan un rendimiento de, al menos, 400.000 euros. “Con la inyección recibida y el volumen de trabajadores, deberían haber facturado como mínimo 30 millones de euros”, explica en el mercado.

La inversión inicial fue de 3,6 millones de euros, con el apoyo del programa público Emprendetur. Además, el pasado junio captó 1,3 millones de euros más para desembarcar en el centro de Barcelona durante el 2017 con una ‘macrotienda’ similar. “El problema ha sido que en el local acostumbraba a haber más mirones admirados por el despliegue tecnológico que clientes”, señalan las mismas voces. Más de 80.000 personas han pasado por la instalación en sus primeros doce meses de vida.

«Se han quedado a medio camino entre las grandes del sector y las pymes que dan un trato personalizado», explican en el sector

Fuentes de la competencia inciden en las perspectivas pesimistas del primer año. Su impresión es que no han logrado el trato de personalidad y especialización que necesita el cliente a día de hoy para competir contra las agencias online. “Se han quedado a medio camino”, sentencian. Para ellas, el futuro son empresas de un tamaño mucho menor con capacidad para dar un toque personal a sus reservas.

Así, recuerdan otro ilustre proyecto fallido: La joint venture entre Viajes Barceló y National Geographic. Una tienda de más de 1.000 metros cuadrados en la Gran Vía madrileña fue la insignia de la unión. Sólo tres años después de formalizar el acuerdo, la firma española abandonó el proyecto y en 2015 el local bajó definitivamente la persiana.

Para no repetir errores, Pangea trata de potenciar la venta por internet –que representa el 35% de la actividad— y aboga por asesorar las reservas de la mano de 30 expertos que ayudan al cliente.

a.
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