Los diez accesorios imprescindibles para viajar

Quizás algunas personas sean demasiado maniáticas de la limpieza, pero estas pequeñas toallitas salvan muchas situaciones. Por ejemplo, permiten limpiar las manos antes de la comida de a bordo sin tener que ir al lavabo del avión, también se puede usar para limpiar la taza del váter, o quitar el polvillo de la pantalla de la tableta o del pequeño monitor del asiento.

El neceser permite organizar los pequeños artículos de tocador en forma organizada. Pero en el caso de las mujeres, su gran variedad de huecos y bolsillos permiten guardar joyas, collares, relojes y otros accesorios en forma práctica.

¿Cinco euros por un agua mineral? Algunos bares de aeropuertos tienen precios de escándalo, y debido a la prohibición de pasar líquidos por la zona de seguridad, contar con agua es un problema. Muchas personas prefieren tener un bidón de medio litro, que algunos incluso permiten mantener la temperatura del agua por varias horas, y cargarla en algún expendedor. Y de paso, se evita que haya tantos plásticos en el mundo.

En la Unión Europea no es tan problemático, pero si se viaja a América, se descubrirá que los enchufes no son iguales en México que en Argentina o Estados Unidos. Y es por no hablar de las diferencias de voltaje: más de una persona quemó un móvil por conectarlo a demasiada potencia. Por unos diez euros se puede adquirir este adaptador de enchufes, que también permite conectar puertos USB, y que incluso tiene un conversor de voltaje.

Si se viaja en alguna categoría superior en avión seguramente entregarán un antifaz, pero de lo contrario, por menos de cinco euros se puede comprar este accesorio que es la solución a las personas que no pueden dormir con la presencia de luz. No sólo sirve para largos viajes en bus o avión, sino también en aquellos países donde las cortinas para tapar el sol son una rareza, como Brasil. Hay quien lo ‘acompaña’ con tapones para los oídos, pero no todo el mundo puede dormir con ese pequeño objeto dentro de la oreja.

También puede ser de melatonina o algún otro compuesto natural que sirva para conciliar el sueño. No sólo sirve para cuando se está en un avión en un viaje de 12 horas y se pretende dormir a las 3 de la tarde, sino que es ideal para combatir el jet lag y evitar el insomnio cuando se atraviesan varios husos horarios.

Las almohadas de los aviones son poco cómodas, al menos las de la clase económica. Y si hay que tener una larga espera en un aeropuerto y se quiere echar una cabeceada, no es agradable apoyarse en un atajo de ropa. Por ello, estas almohadas ayudan a que el viaje sea más llevadero, y da una agradable sensación de confort en el cuello.

Ya sea a bordo de un avión o mientras se recorre la ciudad, no hay forma de cargar al móvil por varias horas. Si se está sacando fotografías o viendo videos, menos durará todavía. Por ello, una batería portátil saca de apuros o evita que uno se quede sinver los últimos 10 minutos del final de la película en un vuelo transoceánico. Eso sí, hay que verificar que esté cargada antes de partir.

En un aeropuerto los enchufes son una presa codiciada: mientras se espera, todos quieren conectar su móvil, ordenador o tableta. Pero el espacio para sentarse es limitado, por lo que un cargador con un cable de más de un metro sirve para enchufar y estar cómodamente sentado a una cierta distancia.

Si se viaja con niños, un conector con dos salidas mini jack sirve para que los más pequeños se queden hipnotizados con alguna película o dibujo animado en la tableta electrónica, y puedan escuchar sin estar peleando por los auriculares.