Cinco lugares que hay que conocer antes de que desaparezcan

Por la presión del turismo o por causas ambientales, hay diversos destinos que sufren graves amenazas

El cambio climático, la presión turística, la deforestación y otros factores amenazan a diversos ambientes. Muchos de ellos poseen un ecosistema frágil que ha sido alterado, y las consecuencias pueden ser irreversibles. Desde el Mar Muerto a las Galápagos, pasando por Venecia, la desembocadura del río Congo y los glaciares patagónicos, estos son algunos de los sitios amenazados por la acción del hombre.

5 Glaciares patagónicos -- Argentina

Alrededor del Lago Argentino, en el extremo sur de América, se concentran algunos de los glaciares más espectaculares que se puedan contemplar en el mundo. El de más fácil acceso es el Perito Moreno, que se puede ver a pocos metros gracias a una pasarela que transita cerca de sus límites, y en el que también se puede realizar trekking en su superficie. Los otros glaciares, Upsala, Spegazzini, Seco y Onelli sólo se pueden conocer a bordo de las excursiones lacustres.
El Perito Moreno era famoso porque uno de sus brazos se bloqueaba de hielo y cada cuatro años se derrumbaba. Sin embargo, el ciclo se ha alterado en las últimas décadas y ahora es más difícil precisar cuándo llegará la próxima ruptura.
Pero el mayor problema reside en los otros glaciares: el que peor la está pasando es el Upsala, el tercero más largo de Sudamérica, que ha perdido tres kilómetros de hielo en once años. La tendencia es similar en otras formaciones de la región, y la responsabilidad es de un agente: el cambio climático.

4 Venecia -- Italia

Cuando en Barcelona se quiere retratar un modelo de turismo al que no se quiere llegar, el ejemplo es Venecia. En la ciudad de los canales hay cientos de tiendas para comprar máscaras, pero casi no hay panaderías o ferreterías. Los vecinos han sido expulsados de la mayoría de las viviendas, que se ofrecen al turismo. Tan solo en el barrio de Cannaregio se puede conocer cómo viven los auténticos venecianos.
El turismo en la ciudad aumentó un 400% en los últimos cinco años, y se trata de una ciudad con 50.000 habitantes permanentes que reciben 30 millones de visitantes.
Además del impacto sobre sus infraestructuras, el cambio climático ha alterado las crecidas de la laguna, y son cada vez más periódicas las inundaciones, conocidas como Acqua Alta, aunque el pico se produce entre el otoño y la primavera. Además, Venecia se hunde: cada año, el nivel de sus construcciones baja dos milímetros. Y no es un fenómeno nuevo, por los cuadros de Canaletto se evidencia que es un proceso que lleva varios siglos.

3 Islas Galápagos -- Ecuador

Este archipiélago a casi mil kilómetros de la costa ecuatoriana ha sido un auténtico laboratorio de la naturaleza. La fisonomía de sus especies ha sido estudiada por Charles Darwin, que le sirvió para confirmar sus ideas sobre la evolución de las especies. En sus aguas y tierras conviven delfines, tiburones, tiburones martillo, ballenas, arrecifes de coral, fragatas, iguanas, lagartos, cormoranes, albatros, leones marinos y pingüinos.
Pero esta arca de Noé insular enfrenta diversos riesgos: más de 200.000 visitantes anuales peligran la fragilidad de su ecosistema, que además se perjudica con la introducción de especies invasoras.

2 Cuenca del Congo -- Congo

La cuenca del río Congo es la segunda selva tropical del mundo, una de las áreas con mayor biodiversidad del planeta, con 10.000 especies de plantas, 1.000 de aves y unas 400 de mamíferos. Pero por la deforestación y el cambio climático puede desaparecer un 70% de este ecosistema, incluida su abundante flora y fauna, según las Naciones Unidas.

1 Mar Muerto -- Jordania e Israel

En la frontera entre Jordania e Israel, se encuentra el lago (técnicamente no es un mar) que tiene la mayor concentración de sal en el mundo. Ni las bacterias pueden vivir allí. La foto del turista flotando y leyendo un periódico es un clásico, pero más vale apresurarse a realizarla, porque el nivel de sus aguas han descendido un tercio en los últimos 40 años. Si es que estos países siguen recurriendo al río Jordán como fuente de agua potable –que desemboca en el Mar Muerto-, este lago habrá desaparecido en 50 años.

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