Este es el hombre que guía los pasos de los huelguistas

Juan Carlos Giménez asesora a los trabajadores de seguridad de Eulen, convocado por su experiencia en conflictos laborales

Juan Carlos Giménez lo dice, una y otra vez: “aquí no hay siglas ni sindicatos, sólo hay trabajadores”. Giménez es una de las caras del conflicto entre los trabajadores de seguridad de El Prat y Eulen, y los micrófonos y las cámaras acuden a él porque es el asesor del Comité de Huelga de los trabajadores, que desde la semana pasada realizan huelgas parciales por aumentos salariales y en reclamo de más personal para descomprimir la carga de trabajo.

Giménez puntualiza su rechazo a la mención las siglas porque dice que la publicación de que algún miembro del Comité de Huelga pertenece a uno u otro sindicato “bombardea cualquier tipo de entendimiento que haya entre los trabajadores”, que en la primera asamblea decidieron convocar a la huelga y apartar cualquier representación sindical.

Experto en negociaciones sindicales

Este asesor de los huelguistas pertenece a la Plataforma de Representació Obrera Unitària (PROU), un colectivo sindical con poca representación fuera de El Prat pero con fuerte influencia en la terminal aeroportuaria. Giménez fue uno de los que firmaron el acta de los estatutos fundacionales en noviembre de 2012. En la Direcció General de Relaciones Laborales y Calidad en el Treball, dependiente del Departamento de Empresa y Empleo, se precisa que este sindicato tiene representación en Cataluña y, muy genéricamente, precisa que su ámbito de representación son los trabajadores “que presenten servicios en calidad de asalariados en general de cualquier sector o rama económica”.

Giménez y otras fuentes consultadas remarcan que no lo han llamado por pertenecer a PROU, sino por su experiencia en conflictos laborales y para asesorar frente a las propuestas que han sido dirigidas por Eulen y la Generalitat.

Este representante precisa a Cerodosbé que en el último mes también ha colaborado con trabajadores de otras actividades en Valencia, Tarragona, y en paralelo al problema del aeropuerto, también asesora en un conflicto de basureros en Palau Solita i Plegamans, cerca de Barcelona.

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