La historia de cómo un español monta la aerolínea oficial de Burundi

Manuel Pereira, fundador del germen de Globalia, busca capital español para impulsar la compañía de bandera en el país africano

De devorar hamburguesas en las calles de Ginebra por cuatro duros a departir de tú a tú con Pierre Nkurunziza, el presidente de Burundi. Manuel Pereira fue copiloto y compañero de confidencias de Juan José Hidalgo en el negocio de transporte de migrantes entre España y Suiza en autobús que con los años dio origen a Globalia, el gigante turístico español que engloba marcas como Air Europa y Halcón Viajes. Décadas después de hacer germinar un imperio, se lanza a por un proyecto diametralmente opuesto pero equiparable a nivel de ambición: El nacimiento de Afra Airways, la compañía de bandera burundesa.

«El futuro de la aviación está en África«, explica a Cerodosbé. «Si no que se lo pregunten a compañías como Air France-KLM, que gracias a estas rutas pueden cuadrar sin pérdidas sus cuentas de resultados», añade. El desembarco en el continente negro no es cosa de hace cuatro días. Ya en 2004 participó en la creación de Bravo Air Congo, que inició operaciones dos años después. La aventura no duró. En un país en continua guerra civil, la empresa fue expropiada a los pocos años y la flota de ocho aviones desapareció. Pese a los intentos de Miguel Ángel Moratinos, entonces ministro de Exteriores español, la empresa jamás volvió a sus manos.

Vuelta a España

Tras la fallida experiencia, se embarcó en el lanzamiento de Ándalus Líneas Aéreas en 2009. La firma apenas duró un año para este trotamundos de la aviación, pero le permitió conocer al socio con el que volvería a intentar su asalto a los cielos africanos. «Una semana en Burundi es como dos meses en Europa«, compara Pereira para justificar su vuelta. «Cada día es diferente, hay mucho por hacer».

«Pasamos muchos meses pensándolos y 2014 nos decidimos a dar el paso», recuerda. Casi un año y medio de bocetos, balances y planes de negocio hasta que en febrero de 2016 visitaron el país para ultimar los detalles. Ahora, sólo queda que las autoridades internacionales le den el visto bueno para volar.

¿Por qué Burundi?

Sin embargo, ante el entramado de estados a base de escuadra y cartabón en África, ¿por qué escoger Burundi? «Era de los pocos países que todavía no tenía una aerolínea de bandera», ilustra. Pereira asegura que no cuenta con un dólar de dinero público, aunque sí se han beneficiado de todas las exenciones fiscales existentes para la inversión internacional. «El capital ha llegado a base de un socio local y de hipotecarnos hasta las cejas», señala. Sin saber nada de bancos, pese al ofrecimiento de varias entidades kenianas, han logrado recaudar seis millones de euros.

Ahora, pero, va a por más y prepara una ampliación de capital. En una reciente visita a España se ha reunido con dos aerolíneas españolas -una parece obvia- y una portuguesa para dotar de renovado músculo a su proyecto. «Creo que hemos encontrado al compañero de viaje que buscábamos», explica. El plan, volar desde la capital, Bujumbura, a Nairobi (Kenia), Dar el Salaam, el Kilimanjaro y Zanzíbar (Tanzania), Addis Abeba (Etiopía), Entebbe (Uganda), Juba (Sudán del Sur),Kigali (Ruanda), Lusaka (Zambia) y Lubumbashi (República Democrática del Congo).

Pereira reconoce que Burundi ha pasado por tensiones internas tras un golpe de Estado fallido en primavera. También lamenta el doble rasero existente frente a otros estados de la región. «En Burundi asesinan a alguien y sale en todos los medios de comunicación mientras que en otros países se obvia», equipara. «Por desgracia, en África estas cosas pasan».

 

La Vueling de África

Las operaciones está previsto que se realicen con Boeing 737. «Queremos democratizar el lujo que significa volar en este continente», promete. Trayectos de una hora pueden alcanzar los 260 euros en la zona, algo con lo que Afra Airways quiere acabar. «Gracias a los nuevos medios de comercialización y una estructura de costes muy ajustada esperamos abrir los cielos a una parte mayor de la población», sentencia.

Además de la línea aérea, trabaja en la creación de una escuela de formación para pilotos y varios proyectos para la desfavorecida comunidad local, defiende. Para campos como la distribución contará con la ayuda de firmas españolas como Summerwind, un centro de servicios con sede en Madrid dirigido por Federico Lledó.

 

 

a.
Ahora en portada