Ventana o pasillo: ¿qué asiento es mejor?

El viajero de negocios y el vacacional muestran preferencias distintas

Hay un consenso general a la hora de subirse a un avión. El asiento del centro en las filas de tres es repudiado por cualquier viajero habitual: rodeado entre dos extraños con los que compartir el reposabrazos, sin posibilidad de escape ni de mirar por la ventanilla. Sin embargo, el debate se abre a la hora de escoger entre los otros dos. Los amantes y detractores de las butacas de pasillo y ventana se cuentan por legiones.

En Usa Today se han propuesto desentrañar cuál es mejor. Según los datos de ExpertFlyer, siete de cada diez pasajeros de negocios apuestan por el pasillo. En cambio, el cliente vacacional prefiere mirar por la ventanilla en sus trayectos.

Existen argumentos para todos los gustos. Unos defienden que las vistas sobre el horizonte y la posibilidad de dormir contra el fuselaje del avión son dos ventajas incuestionables. En cambio, el resto contesta que la posibilidad de ser los primeros en abandonar el avión, disfrutar de unos centímetros extra de espacio y poder ir al baño sin necesidad de sortear desconocidos son elementos prioritarios a la hora de escoger.

También existen grises. Dan Suski, fundador de Seatlink, diferencia sus preferencias según el momento del día. «En los vuelos nocturnos, cuando necesito dormir, la ventanilla es la clara vencedora», explica. «Puedes apoyar el cojín contra la pared y te olvidas de interrupciones y molestias de otros pasajeros», añade. «En los vuelos de día, el pasillo te da libertad para moverte y mayor velocidad a la hora de desembarcar», compara.

Las aerolíneas, siempre amantes de añadir extras a sus servicios, cobran una cantidad adicional a todos aquellos que quieran volar escogiendo su asiento. En España, el coste de Air Europa parte desde los 4 euros por trayecto, en Iberia desde los 5 euros, en Ryanair y Norwegian a partir de 9 euros, y en Vueling hay que acceder a la tarifa Óptima (unos 15 euros superior al precio base), que también incluye la posibilidad de facturar una maleta.

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