Vueling se echa a los brazos de su antigua dircom para capear la crisis

La compañía repesca a Anna Fernández tras teledirigir las respuestas a los medios de comunicación desde Londres

“Honestamente y haciendo autocrítica, deberíamos haber salido antes y comunicar mejor”, reconocía este miércoles Javier Sánchez-Prieto, presidente de Vueling, en una entrevista al Ara. No hablaba en vano. Tras soportar la crisis de la ‘Operación Salida’ agazapada, la compañía se ha puesto en manos de una vieja conocida: Ana Fernández, su antigua directora de comunicación entre 2010 y 2015.

Hasta el lunes, la comunicación estaba dirigida desde Londres, donde el holding IAG –que engloba también a British Airways, Aer Lingus e Iberia– tiene su sede. La información se limitaba prácticamente a enviar un comunicado al final del día para pedir disculpas y era David García Blancas, director comercial, quien daba la cara ante los medios de comunicación.

Al frente de la operativa se encontraba Roman Townsend, procedente de Amadeus. El ejecutivo británico sustituye una baja maternal en la aerolínea desde mayo, y apenas ha tenido tiempo para tomar el pulso a la compañía antes de que la operativa implosionara. «Ha quedado claro que no se puede gestionar una crisis de este calado desde el Reino Unido«, señala un consultor aeronáutico.

Tras vivir un miércoles de operativa plácida los esfuerzos se centran ahora en afrontar el fin de semana

Manos a la obra desde el lunes, una de las primeras decisiones fue pasear por primera vez a Sánchez-Prieto por las portadas de El Periódico, La Vanguardia, El País, Ara y Expansión y por los platós de TV3, a los que por cierto, llegó con retraso. «No dar la cara ha acrecentado la sensación de que la aerolínea escondía alguna cosa», abunda la misma fuente. 

Las respuestas del antiguo director financiero de Iberia, pero, no parecen haber convencido a los usuarios. Sin ir más lejos, el titular de su cara a cara con el periódico del Grupo Godó ha levantado ampollas en las redes sociales. «La planificación era la adecuada», sostiene. El único pero que se pone, no haber previsto más fondo de armario. Silencio a las deficiencias estructurales que hicieron que, por ejemplo, en mayo fuera la segunda aerolínea más impuntual de Europa, con un 52,68% de vuelos en hora y un retraso medio de 58,4 minutos.

Tras vivir un miércoles de operativa plácida, con el plan de contingencia exigido por el Ministerio de Fomento como colchón, los esfuerzos se centran ahora en afrontar el fin de semana, el próximo punto caliente para la firma. El trabajo de Fernández como asesora externa de comunicación de crisis no se limitará a poner parches. «También debe ayudar a recomponer una imagen que ahora mismo se cae en pedazos», señala.

 

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