Así se rompió la paz laboral en eDreams
Los cambios en la cúpula directiva de eDreams han truncado las relaciones con los trabajadores. La agencia on line, dicen fuentes consultadas, ha roto el diálogo sobre las demandas de los empleados. La empresa lo niega y lo achaca a una guerra entre sindicatos.
La pieza clave del conflicto es Elena Diana Koefman. La nueva responsable de Recursos Humanos de eDreams, y persona de confianza del nuevo consejero delegado, Dana Dunne, ejecuta la nueva política laboral de la agencia de viajes on line (OTA), que el miércoles acabó en dos protestas ante su cuartel general en Barcelona.
Koefman sustituye a Raquel Linde en la silla y, según las mismas voces, «tiene otro talante». Ha sido con esta profesional de confianza de Dunne con la que los sindicatos se han enzarzado en una pelea por ir al baño o han perdido su bono anual.
Hay más. Los empleados del call center planean llevar a juicio un procedimiento que ven «inadecuado» durante un simulacro (sostienen que no se les dejó participar). Además, aseguran que Inspección de Trabajo ha obligado a la OTA a habilitar una sala de primeros auxilios, algo de lo que, dicen, eDreams carecía.
Cuatrecasas y Pérez-Tenessa
En el nuevo puzzle de hostilidad abierta hay otras dos piezas importantes: una por su presencia y otra por su ausencia. La primera es el bufete Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, que asume la gestión de las relaciones con los empleados desde septiembre de 2014.
La otra es el antiguo consejero delegado, Javier Pérez-Tenessa. «En pocas palabras, eDreams ha blindado su vertiente legal, y ahora está mucho más preparada para los juicios que vienen, que no son pocos. Por otro lado, Pérez-Tenessa está desaparecido: juega un papel honorífico».
Muy querido
El rol del fundador de eDreams era más importante de lo que parece. Pérez-Tenessa mantenía buena relación con el staff y contribuía a un clima positivo que, dicen los empleados, ya no existe.
El último episodio del tuercebrazos es el despido de dos empleados de eDreams International Network, una de las dos patas de la empresa. Hablando con 02B, la empresa afirma que tiene pruebas de su baja productividad, de aquí su salida.
Lo que es más: fuentes de la empresa recuerdan que el miércoles no protestaron más de quince personas de mil que suma el grupo. «Se hacen dos despidos justificados. No hay ninguna rotura de paz laboral: ya que hemos sumado a más de cien empleados», confirman las mismas voces.
Reunión sin acuerdo
Cualquiera el escenario, los sindicatos lo achacan a que los dos empleados habían sonado como nuevos delegados. Sea lo que fuere, el martes hubo una reunión a tres con representantes de Cuatrecasas, Elena Koefman y los sindicatos. No hubo acuerdo. El miércoles se desencadenaron las dos protestas.
Si siguen así las cosas, no será la última. «Hay varios asuntos sobre la mesa que irán a conciliación, y si no a juicio», explican fuentes sindicales. El nuevo clima laboral, parece, no contribuye a resolverlos.
