Atrápalo se pone a tono para la venta

La tecnológica española abandona los números rojos pese a facturar menos mientras busca un socio que entre en el accionariado

Con el dossier de venta sobre la mesa de fondos, inversores y compañías del sector turístico, Atrápalo ‘se pone guapa’. La tecnológica española limpia las cuentas para lucir radiante en el escaparate y en 2016 logró abandonar los números rojos en los que cayó en 2015. Unos beneficios de 1,43 millones de euros frente a 3 millones de pérdidas que llegan empañados con el descenso de la facturación del 2,14%.

La firma fundada hace 17 años por Manuel RocaIgnacio Sala, Ignacio Giral y Marek Fodor se quedó en unas ventas de 82,4 millones frente a los 84,2 millones del ejercicio anterior, según las cuentas a las que ha tenido acceso Cerodosbé.

Los números difieren de los 330 millones que la empresa ha hecho públicos debido a que no se computan las cantidades correspondientes al creador del producto. Es decir, en el caso de la venta de un billete de avión, la facturación que figura en las cuentas auditadas por KPMG sólo contabiliza el incremento del precio que le aplica Atrápalo. En cambio, los resultados ofrecidos por la empresa toman el precio total del billete.

A pesar de reducir la cifra de negocio, la firma ha logrado girar la tortilla y abandonar las pérdidas con una reducción del número de empleados –de 282 a 246— y un aumento del 7,2% del endeudamiento. Medidas que han llegado acompañadas del crecimiento del 12% del Patrimonio Neto.

Con los números rojos en el cajón, la tecnológica luce ahora mucho más atractiva a los ojos de los inversores. Después de que el fondo Tiger, propietario del 30%, hiciera público en octubre su intención de abandonar la compañía, el dosier de venta se pasea por los despachos de varias decenas de interesados.

“Puede ser un fondo parecido a Tiger o, por ejemplo, un industrial o un empresario con intereses en América Latina”, explicaba Roca hace unas semanas a Expansión. El último en descartar la operación fue el Grupo Barceló, que había estudiado con interés durante meses incorporarla a la división de viajes.

Fuentes del sector de las start up explican a Cerodosbé que la compra del 100% de la firma tendría mucho sentido. “Especialmente por parte de alguna empresa turística, pues Atrápalo ya se trata de un nombre consolidado sin tanto margen de crecimiento”, abundan. Sin embargo, los portavoces de Atrápalo​ insisten en desmentir esta opción.

Mientras, la firma de productos de ocio conduce al ralentí su expansión. Tras las aventuras fallidas en Francia, Italia y Brasil, la tecnológica centra los esfuerzos en afianzarse en los mercados que ya opera en Latinoamérica. «Colombia y Chile ya suman beneficios por segundo ejercicio consecutivo», desmenuzaba Ignacio Giral el pasado septiembre. «La principal novedad está en Argentina y Perú, que por primera vez empiezan a ganar dinero» añadía.

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