Dos nuevos casinos aterrizan en Madrid la semana del adiós a Eurovegas

Los casinos de Aranjuez y Torrelodones inauguran sus nuevas sedes en el corazón de la capital. Crearán 830 empleos con una inversión de 35 millones de euros.

La tarta es ahora más apetitosa. El ‘pinchazo’ de Eurovegas en España, el naufragado proyecto de Sheldon Adelson para instalar un macrocomplejo de ocio en Alcorcón (Madrid), ha dejado el camino libre a los que iban a ser sus competidores en el sector del juego. Principalmente a dos empresas, el grupo gallego Comar, propietario del Gran Casino de Aranjuez; y el Casino Gran Madrid de Torrelodones, fundado por Ángel Escolano Díaz, al que sucedió en la presidencia su hijo, Ángel María Escolano Belló.

Ambos grupos acaban de inaugurar nuevas sucursales en el centro de la capital. Ángel María Escolano lanzó este lunes la bola inaugural de la nueva sede del grupo, Casino Gran Madrid-Colón. La sala anexa al casino de Torrelodones está en un enclave privilegiado, en el Paseo de Recoletos, a la altura de la Plaza de Colón. La primera apertura de un espacio de este tipo en el centro madrileño en 91 años se produjo apenas unas horas después de que la Comunidad de Madrid concediese la autorización necesaria para el funcionamiento de la sala.
 

 
Son los primeros casinos que abren en el centro de Madrid en 91 años

 
Dos días después, abrió sus puertas en el corazón de la ciudad el Gran Casino Gran Vía, la sala de juegos del grupo del empresario coruñés José Collazo Mato. Comar destinó 15 millones a adecuar un emblemático edificio situado en el número 24 de la calle madrileña. La sucursal del Casino de Aranjuez ha creado 270 nuevos puestos de trabajo. Adelson se marcha pero la ruleta sigue girando.

De Colón a Gran Vía

La apuesta de las empresas es alta. La nueva sucursal del Casino Gran Madrid requirió una inversión de 20 millones de euros para dar forma a un espacio de 4.123,28 metros cuadrados que se distribuyen en cuatro plantas. Además de la oferta de juego, que incluye mesas y máquinas de azar, contiene equipamientos complementarios y auxiliares, con servicios de restauración y cafetería, mientras que reserva la entreplanta, de 566 metros cuadrados, al Restaurante Columbus, gestionado por los prestigiosos cocineros Mario, Diego y Rafa Sandoval (en la foto).

Con la nueva apertura, que creó 450 puestos de trabajo, el grupo Gran Madrid se acerca a los mil empleados. Además de los centros de Torrelodones y Recoletos, gestiona el casino de Benalmádena y el de Cartagena. Entre todos, suman un centenar de mesas de juego y cerca de 370 máquinas de azar a las que hay que sumar el desarrollo del juego online.


Oxígeno para Comar

Comar, que gestiona 10 casinos en España, también ha pujado fuerte por la capital del Estado. La nueva sede de Gran Vía se despliega en 4.500 metros cuadrados de superficie repartidos en tres plantas en las que trabajarán 450 personas. Está equipado con cafetería, una sala de juego con 65 licencias de máquinas de azar, mesas para el black jack y el póker y espacio para actuaciones en directo.  

 
Comar invirtió 15 millones de euros y creó 270 puestos de trabajo

 

En la planta más elevada estará la Sala Asiática, con una decoración de inspiración oriental y mesas de juego con ruletas americanas, además de un restaurante de alta cocina tradicional vasca y una champagnería.

Sin Adelson de por medio, Collazo Mato espera sacar tajada en la capital y aliviar los malos resultados que lo llevaron a aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) en su centro de Aranjuez el año pasado.


La sombra de Eurovegas

Tras su desembarco en Madrid, ambos grupos reivindicaron la importancia de las nuevas sedes para revitalizar el ocio y el turismo de la capital. Lo cierto es que el aterrizaje de los nuevos casinos en el centro madrileño también tiene una lectura política.

El pasado año, Esperanza Aguirre, que aún gobernaba la Comunidad de Madrid, introdujo una serie de modificaciones en la Ley de Juego autonómica para permitir abrir una sucursal dentro de la ciudad a los dos casinos de la región: Torrelodones y Aranjuez.

Una maniobra que muchos interpretaron como una compensación para las empresas que se verían afectadas por la llegada de Eurovegas. Los dos grupos aceptaron la invitación.

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