El antiguo director del Princesa Sofia se convierte en Alberto Chicote

Jorge Mateu monta una compañía para nutrir de personal a los hoteles emergentes sin la capacidad "ni el conocimiento" del sector necesario. Por el momento empieza en la división de comidas y bebidas.

Treinta años en el sector dan para muchas idas y venidas. Desde pasar por marcas internacionales como Fairmont y Holiday Inn a dirigir alojamientos de Barceló, Expo Hotels y Hospes Hoteles. Tras dar un paso atrás, Jorge Mateu ha montado el Taller de Hostelería: Una compañía dedicada a prestar recursos y conocimientos a los establecimientos que lo necesiten. Es a los hoteles lo que Alberto Chicote y su famoso Pesadilla en la cocina a los restaurantes. Aunque sin tanto envoltorio ni teatro como el televisivo chef.

«Trabajamos con aquellos propietarios que están empezando, los más modestos y los que tienen problemas para reformular el negocio», explica Mateu a 02B. Con menos de un año en marcha, en el currículum ya acredita colaborar con el Evenia Rosselló y el Garbí Millenni, ambos en el centro de Barcelona. 

De momento, el personal de comida y bebida

Acaba de aterrizar en la capital catalana tras reposicionar el mallorquín Hotel Maricel. «En los últimos años he realizado a título personal proyectos parecidos con al menos una decena de restaurantes», presume. Por ello, ha empezado con la sección de comida y bebida de los alojamientos.

«Muchos de estos hoteles no tienen personal cualificado o suficiente», lamenta Mateu. Y defiende: «Nosotros trabajamos con empleados jóvenes, formados y capaces selecionados por compañías especializadas». «Los contratamos nosotros y se emplean en el hotel seleccionado», sentencia.

A por la gama media

Por el momento, el antiguo director del Princesa Sofia se centra en «establecimientos independientes, de tres o cuatro estrellas». En paralelo, empieza a asomar la cabeza en pequeños hoteles boutique de cinco estrellas. «Es otro perfil con el que pensamos trabajar», admite.

En el otro lado de la baraja están los más mediáticos, los que vienen a la mente de cualquier turistas. Alojamientos con recursos y capacidad de sobras que no necesitan «asesores» ni «personal externo» como el W Barcelona, el Hotel Majestic o el Mandarin se escapan del radar. Pese a ello, cada vez son más los que se apuntan a las externalizaciones.

El caso de las camareras de piso

Si hay un colectivo que ha protestado por este nuevo formato de contratación es el gremio de las camareras de piso. Movimientos como Las Kellys y los principales sindicatos han denunciado la precariedad laboral existente.

El último caso, en el Meliá Tryp Aeropuerto de Barcelona. Comisiones Obreras ha denunciado una rebaja salarial del 40% al desvincular al personal del Convenio de hostelería. Mientras, UGT ha convocado este viernes una manifestación en la puerta del hotel. 

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