El comercio de BCN reniega de las zonas turísticas de libertad horaria

Las asociaciones empresariales aseguran que la factura turística no aumentará con la medida

Barcelona captó 2.384 millones de euros en 2012 con pagos realizados por turistas con tarjeta de crédito. El volumen de transacciones la sitúa como la segunda ciudad de Europa para ir de compras, sólo por detrás de Londres, según el ranking Globe Shopper City Index, y muestra la potencia del comercio en el sector turístico de la capital catalana.

No obstante, los comerciantes de Barcelona están seguros de que el turista ya compra todo lo que puede. En su opinión, están muy cerca del techo y, por tanto, afirman que medidas como la creación de zonas turísticas de liberalización horaria que promueve el Gobierno de Mariano Rajoy no servirían para aumentar el consumo extranjero.

Traslado del consumo

La Confederación de Comercio de Catalunya, el Consejo de Gremios y la Fundación Barcelona Comerç han criticado ante los medios de comunicación la medida del Ejecutivo. Aseguran que si se aplicase, se “rompería el equilibrio de la ciudad”.

“Una medida así sólo tiene impacto en el mercado nacional, que ahora se encuentra en recesión”, ha apuntado el secretario de la CCC, Miguel Ángel Fraile. Indica que, si se creasen las zonas de liberalización horaria para el fomento del turismo, lo único que se conseguiría es un traslado del consumo de las rendas de las familias autóctonas y de otros zonas de la ciudad.

El turista

Las tres organizaciones empresariales indican que los estudios avalan la satisfacción de los turistas con el modelo actual del comercio. Entre ellos, destaca el informe de 2011 de Turisme de Barcelona en el que se muestra que los turistas valoran con un 8,14 sobre 10 la oferta comercial de la ciudad o que sólo el 15% del total de los cruceristas que llegan a la capital catalana lo hacen en domingo.

“Los extranjeros que nos visitan tienen una estancia media de tres días. En el peor de los casos, sólo tienen dos días para comprar. La demanda está satisfecha”, dice Fraile.

La norma

El comercio catalán espera ahora que la Generalitat apruebe una nueva Ley de Comercio que deje sin actuación el Decreto Ley del Gobierno central. En síntesis, la nueva norma que ya está en trámite parlamentario defiende que el máximo de horas semanales sean 72 frente a las 90 del Estado, un total de ocho festivos de apertura frente a los 10 del Gobierno y que queden excluidos del horario comercial general los establecimientos de alimentación con una superficie de hasta 150 metros cuadrados. Además, la norma estatal obliga a varias ciudades a liberalizar horarios en zonas turísticas.

Este último punto sólo afecta a ciudades de más de 200.000 habitantes que reúnan ciertos requisitos, como haber registrado más de un millón de pernoctaciones anuales o una afluencia superior a 400.000 pasajeros en cruceros. Por ahora, tan sólo se aplica en Valencia, Sevilla y Málaga de las 14 ciudades previstas. La Comunidad de Madrid, Palma de Mallorca y Santa Cruz de Tenerife ya habían dado libertad de horarios por el turismo antes del decreto del Gobierno.

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