El sector del crucero avisa: «Barcelona perderá navieras si pone coto de forma unilateral»

Barcelona perderá navieras si actúa contra el exceso de cruceros de forma unilateral. Este es el consenso total en el sector, que ve "peligrosos" los planes del gobierno municipal de limitar las escalas. Avisan: la competencia en el sector es feroz; los barcos se irán.

Los puertos rivales están al acecho por si Barcelona flojea. Así valora el sector del crucero las intenciones del gobierno municipal de Ada Colau de «ordenar» la llegada de buques de recreo a la ciudad. Al calor de la feria SeaTrade de Hamburgo (Alemania), la más importante del sector en Europa, los profesionales advierten de que la competencia en la industria es feroz.

«Las navieras irán allí donde sean bien recibidas. Actuar sin coordinación con el marco europeo es arriesgado», alerta Alfredo Serrano, director general de la patronal CLIA en España. Recién llegado de la feria, el directivo prescribe «actuaciones en consonancia con el marco internacional», ya que si Barcelona pone límites sin consultar a nadie, puede ser «peligroso».

Modelo Barcelona

De hecho, el primer puerto español y europeo de cruceros –y el cuarto del mundo- es un modelo a seguir. «Puertos de todo el mundo copian el modelo crucerista de Barcelona. Invierten en infraestructura, básicamente terminales, para alojar a grandes buques. Su modelo es la ciudad condal», subraya Patricio Arana, director de Todocruceros para España y colaborador de Infocruceros.

Este experto con más de veinte años de experiencia en el sector, pide hechos, no palabras. «Determinadas declaraciones meten miedo. Si [Colau] quiere actuar que estudie la situación y tome decisiones. Pero anunciar para luego estudiar asusta a las navieras», sostiene. 

Rivales

¿Podrían otros puertos atraer más buques si Barcelona pone un límite? Paulino Plata, presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, lo rechaza. «Hay que ganar posiciones por méritos propios, no de los males ajenos», indica a 02B. La ciudad andaluza, de hecho, ya crece en escalas y salidas de cruceros a doble dígito en 2015. 

Aunque prefiere no entrar al trapo, Plata sí avisa de que los comentarios negativos perjudican. «Los nubarrones en el sector no ayudan. No en vano, el Mediterráneo crece lentamente en comparación con otros mercados. Asia, por ejemplo, se expande a ritmo mucho más rápido», constata el directivo.

Mercado español 

Los profesionales insisten en el potencial del turismo crucerista. «Las grandes navieras tienen a traer sus buques más modernos a España, y éstos tienen más capacidad», explica Serrano.

Aún así, hay margen para crecer. «Las llegadas por este medio sólo son el 10% del total de turistas. España tiene mucho atractivo y está bien posicionada en Estados Unidos y Australia, que son dos de los mercados con mayor demanda», explica Plata.

Con lo que respecta a ventas, la patronal insiste en la recuperación del mercado doméstico. «Es muy sano que España se desarrolle como mercado emisor, además de receptor de cruceristas», valora Serrano. De cara a 2016, el consenso en el sector es que las navieras repitan la capacidad desplegada en 2015, que repuntó ligeramente tras dos años a la baja.

a.
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