España ‘se blinda’ ante las macrofiestas un año después del Madrid Arena

La tragedia del pasado Halloween ha provocado que aumenten las inspecciones y las sanciones a los locales. Madrid y Galicia preparan nuevas normativas para endurecer las multas por exceso de aforo.

Un año después de la tragedia que costó la vida a cinco chicas de entre 17 y 20 años, el efecto Madrid Arena se ha extendido por la geografía española. El temor a que se repita un suceso similar, una avalancha a causa del exceso de aforo, ha provocado el aumento de inspecciones en los locales, la denegación de autorizaciones para realizar macroeventos y, en varias comunidades, un endurecimiento en su normativa de espectáculos.

La prevención no se centra solamente en Madrid, que sobrepasará el Halloween después del accidente con su reforma legislativa todavía en fase de tramitación. En Galicia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (PP), avanzó una nueva ley de espectáculos públicos que prevé sanciones de hasta 600.000 euros para los locales que excedan su aforo. En la presentación ante los medios, cuando se cumplía un año de la tragedia, dijo: «Queremos evitar que se propaguen en Galicia determinadas prácticas que se producen en otros lugares por exceso de aforo en locales».

 

Galicia impondrá multas de hasta 600.000 euros por exceso de aforo

 
Sus palabras llegaron en la víspera de una noche de Halloween sin macrofiestas. Al menos en cinco comunidades autónomas aseguraron que no habían autorizado celebraciones de dimensiones similares a las del Madrid Arena: Catalunya, Comunitat Valenciana, Aragón y Galicia, además de la propia Madrid.

Si que hubo fiestas, pero en las más multitudinarias los municipios optaron por la prevención. Valencia desplegó 450 agentes en un dispositivo especial contra el botellón. La policía de Madrid también anunció un despliegue especial para Halloween, aunque no quiso revelar datos sobre el número de agentes movilizados ni en qué consistirían las medidas extraordinarias. El portavoz municipal, Enrique Núñez, hizo hincapié en la necesidad de controlar que se cumplan los límites de aforo y en la intención de vigilar las distintas fiestas que se celebraron en Madrid, sin aclarar más datos.

Mientras, en Catalunya, se produjo una avalancha de inspecciones poco después de la tragedia del Madrid Arena y tuvo continuidad en las fechas previas a la Nochevieja de 2012. Todo ello derivó, según informan profesionales del sector, en controles más exigentes y en más sanciones.

La esperada ley madrileña

Pero la comunidad más observada sigue siendo la de Madrid, incapaz de sacar adelante un año después las modificaciones a su Ley de Espectáculos Públicos y Recreativos. Los principales cambios afectarán al régimen sancionador, para endurecerlo. Se endurecen las multas por las faltas más graves hasta los 900.000 euros (antes el máximo eran 600.000 euros) y se establece la posibilidad de inhabilitar administrativamente a los promotores que incumplan la normativa.

Sin embargo, no todos consideran que esta sea la solución adecuada. La Plataforma de asociaciones empresariales del ocio y el turismo de la Comunidad de Madrid criticó en repetidas ocasiones que la nueva ley se limite a endurecer las sanciones, mientras deja de lado los mecanismos de control y los requisitos para la organización de macrofiestas.

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