Gabriel Subías se librará de las demandas por ‘robar’ empleados a Orizonia

El antiguo hombre fuerte del grupo empresarial turístico se saltó los acuerdos que le prohibían competir o llevarse personal y ha arrastrado consigo a 21 trabajadores tras ser despedido en abril de 2010

El grupo empresarial turístico Orizonia no ha emprendido ni se plantea de momento emprender acción judicial alguna contra el que fuera su antiguo hombre fuerte y consejero delegado, Gabriel María Subías, por el goteo de trabajadores que han decidido abandonar la empresa y recabar en Viajes Barceló siguiendo sus pasos. La compañía ha declinado por el momento iniciar una batalla legal por lo que consideran un incumplimiento de los pactos establecidos en su día e intentan minimizar el efecto que esa salida de empleados tiene para el grupo.

Fruto del generoso blindaje abonado y de los contratos firmados por Subías con motivo de su súbita salida de la firma en abril de 2010, se alcanzaron acuerdos que prohibían explícitamente que el directivo arrebatase a integrantes de su antiguo equipo en Orizonia Corporación.

De igual manera, los mismos acuerdos establecían un periodo de carencia hasta enero de 2012 en el que Subías tampoco podría recabar profesionalmente en el sector turístico. Sin embargo, éste ha acabado aterrizando como consejero delegado y director general de la división de viajes del grupo Barceló.

Informáticos y administrativos

El número de deserciones sufridas por la compañía balear, 21 personas según varias fuentes, y el rango mayormente técnico de sus empleados (diseñadores y elaboradores de catálogos, informáticos y administrativos) es el argumento que esgrimen desde Orizonia para que no se haya planteado pleitear contra su antiguo ejecutivo por este motivo. La empresa desmiente que se haya producido una fuga de directivos.

La postura oficial de la compañía participada por Carlyle Group y Vista Capital ha sido quitar hierro al asunto. “La marcha de alrededor de 20 empleados en un equipo que integran más de 5.000 personas no hace peligrar ninguna de las líneas de negocio de Orizonia”, aseguró a 02B un portavoz de la compañía. Las bajas se están cubriendo mediante procesos de promoción interna, según han asegurado las fuentes consultadas.

Un idilio roto

El despido de Subías en 2010 supuso, además, una revolución en el sector. Su sustituto al frente del grupo Orizonia fue José Duato, hasta entonces la mano derecha de Juan José Hidalgo en Globalia. La apuesta de Carlyle y Vista por un ejecutivo de reconocido prestigio en el sector vino acompañada de un rosario de especulaciones sobre cuáles fueron las razones últimas de la marcha de Subías.

Fuentes financieras vinculadas a los accionistas mayoritarios recuerdan que el ritmo de gestión no era el adecuado a los planes de los propietarios, añaden que se había entrado en una espiral de compras discutible (Subías intentó el asalto a Marsans cuando arreciaron los problemas del grupo de Gerardo Díaz Ferrán) y esgrimen que los resultados no eran óptimos.

Desinversión pospuesta

De hecho, tanto Carlyle como Vista se han visto obligados a comunicar a sus sedes centrales que la desinversión en Orizonia debe posponerse hasta lograr estabilizar la compañía y hacerla atractiva para vender con plusvalía.

Medios empresariales próximos a Orizonia señalan que Duato ha debido hacer frente a una reorganización extensa del grupo para adecuarlo a los intereses de los propietarios y a la realidad del mercado.

Subías y Duato habían mantenido una relación profesional coincidente, ya que incluso habían trabajado juntos en otras compañías del sector. Ese hecho, que presuponía una buena relación personal, aún alentó más las especulaciones sobre los motivos reales que había distanciado a ambos ejecutivos hasta situarlos como adversarios.

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