Hacienda precinta el restaurante de Sergi Arola en Madrid

El chef mantiene una deuda de 300.000 euros con el fisco y la Seguridad Social

La alta cocina también tuvo su propia burbuja y ya está comenzando a explotar. El prestigioso chef internacional Sergi Arola ha cerrado su restaurante de la calle Zurbano en Madrid tras el precinto de Hacienda de la bodega de vinos por una deuda acumulada de 300.000 euros.

El local, que arrastra importantes problemas económicos desde sus inicios en 2008, sirvió con normalidad sus menús hasta el mediodía de este martes, cuando ha cerrado obligado por los inspectores hasta que el chef no asuma sus responsabilidades con el fisco y con la Seguridad Social.

Arola ha tenido que pactar con la banca la refinanciación de los préstamos que hicieron posible la apertura del negocio, pero no pudo entablar ninguna negociación con Hacienda, según explicó el cocinero a The Huffington Post. El chef asegura que en los últimos meses ha emprendido un estricto plan de adelgazamiento financiero que le ha permitido pagar unos 40.000 euros.

Plan de negocios inflado

La estrella de los fogones, que dirige restaurantes en Barcelona, Santiago de Chile, Sao Paulo y París, concibió en 2008, un plan de negocios que no tomó en consideración la crisis financiera internacional que entonces aún no había aterrizado en España.

El año pasado, Arola tuvo que reorientar el negocio de su restaurante al incorporar menús económicos de alta cocina: unos 50 euros por persona. La oferta, que todavía mantiene en el local de Madrid, permitió continuar adelante con el restaurante pero no resolvió el problema financiero de fondo que arrastra desde su apertura. Arola ha reconocido a este diario que su facturación es un 30% inferior al peor de los escenarios que contempló cuando abrió Gastro hace 5 años.

Se acabó el emprendimiento

Después de abrir el local madrileño, que actualmente mantiene a 15 trabajadores en su plantilla y tiene una capacidad para 38 comensales, Arola ha dejado de lado su faceta de emprendedor. Los restaurantes y hoteles con los que trabaja lo han contratado en calidad de asesor, una figura que le permite mantener su aporte creativo pero sin poner en riesgo su patrimonio.

Arola ha dicho sentirse profundamente triste por la medida y reprocha la forma de proceder de Hacienda. “Me duele esta falta de flexibilidad, porque yo siempre he acudido cuando me han llamado para participar en presentaciones para potenciar la Marca España y promocionar nuestra gastronomía, por supuesto sin cobrar un duro”, remató.

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