La crisis pasa de largo en las empresas turísticas de la costa

El investigador Marc Grijalvo sostiene que el deterioro de los negocios vinculados al turismo en Roses (Girona) ha sido mínimo en relación al de otros ramos de actividad

En los municipios turísticos del litoral, las empresas vinculadas a esta actividad han soportado mucho mejor la crisis global que las de cualquier otro ámbito económico. A mayor interacción con el turismo, mejores resultados. Esta conclusión se desprende de la encuesta realizada, entre otros, a 82 empresas de Roses (Girona), en el seno de una investigación que acaba de ser premiada por el Patronato de Turismo Girona-Costa Brava. En el año 2008 y 2009, los negocios esta localidad ampurdanesa facturaron en su conjunto 82 y 76 millones de euros, respectivamente, con un decrecimiento de los ingresos del 5%. En comparación, las caídas de ingresos en otras empresas más desligadas del turismo ha sido del 20%

“El turismo ha aguantado claramente una situación desfavorable”, explica el autor de la tesis, el profesor asociado de la Universidad de Girona, Marc Grijalvo. Este investigador ha analizado desde el punto de vista de la demanda, pero también de la oferta, el comportamiento de los turistas en este destino de la Costa Brava, y ve extrapolable a otras localidades de costa las conclusiones de su tesis Comportamiento del turismo de litoral en una coyuntura de crisis económica

Masa Monetaria

Una de las aportaciones principales del estudio tiene que ver con lo que se conoce como la Masa Monetaria circulante del municipio. “Contactamos con todos los bancos de Roses, que nos facilitaron los datos de retirada de efectivo y transacciones realizadas en TPV (terminales punto de venta). La sorpresa es que se da la vuelta a la tortilla respecto a lo que ha pasado en el conjunto de España. En contraste con los datos generales facilitados por el Banco de España, en Roses vimos que el volumen de retirada de efectivo de cajeros, y consecuentemente el pago en cash, era mucho mayor que el pago con tarjeta de crédito o débito”.

Otra de las conclusiones del estudio es que la disminución de la duración de las vacaciones es proporcionalmente superior a la reducción del gasto. Es decir, si bien el turista contiene el gasto total medio en la estancia, por el hecho de que pasa menos días, aumenta en gasto medio diario.

La crisis económica ha acelerado el cambio de modelo del consumidor turístico antes de por sí impulsivo a la hora de gastar. Es un cambio que ha llegado para quedarse, advierte a 02B este profesor de la UdG especializado en competitividad, empresa y innovación. “La gente mantendrá el turismo como necesidad vital, pero lo consumirá de manera más racional. Es un consumidor crítico con el consumo, pero no renuncia a él. Genera un consumo turístico que controla su gasto. Ese control del gasto pasa a ser el eje.”

Buenas segundas residencias

Otra de las conclusiones provocadoras del estudio desvela la bondad que pueden suponer las segundas residencias en circunstancias de crisis, por el efecto de ‘visitantes cautivos’ que generan. “Turistas que antes combinaban estancia en su casa de vacaciones con un viaje, ahora se han quedado por entero en la localidad”, esgrime Grijalvo.

Como dato curioso, los veraneantes o incluso quienes residen todo el año, han prescindido de gastos considerados más supérfluos, como los souvenir y recuerdos. A su vez, la reducción de un 40% en el gasto de kilometraje automobilístico es otro de los exponentes de esta contención. En cambio, los centros de distribución alimentaria del municipio han mejorado notablemente sus resultados, según recoge la investigación.

La fidelidad al turismo del litoral seguirá, vaticina el autor de la tesis galardonada. “Es un producto recurrente, que se retro alimenta continuamente y sería bueno que desde Cataluña se hicieran campañas a captar potenciales clientes en otros destinos del litoral que a veces se consideran competidores”, sugiere Grijalvo.

a.
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