La ‘marca España’ pone sobre la mesa olímpica sus cartas

Madrid destaca la incipiente recuperación económica y que el 80% de los deberes están hechos; Tokio –el principal rival— ha vendido fiabilidad y modernidad; Estambul se ha presentado como puente entre Oriente y Occidente

Con el Príncipe en pie y su saludo a los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI), cuyos integrantes encarnan una de las diplomacias más exquisitas y opacas del mundo, Madrid ha iniciado la defensa de las opciones para lograr el próximo ticket olímpico en juego: el de 2020.

“Les estamos proponiendo unos juegos con un presupuesto sensato en una ciudad que se ha moldeado para acogerlos. No es una candidatura de promesas, porque ya las hemos cumplido. No es una candidatura de sueños, porque ya los hemos hecho realidad”, ha dicho Juan Antonio Samaranch Jr en el arranque.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (PP), ha echado mano de los brotes de invernadero de la economía española para defender las opciones de la capital.
 

 
La ‘marca España’ ha recurrido incluso al Teatro Real y su programa musical

 
Las exportaciones y el ajuste “estructural”, “superior al de cualquier otra economía avanzada” han permitido al jefe del Ejecutivo sacar pecho. Pero también ha recurrido a las cifras de récord que España ha registrado en 2013 sobre el número de visitantes internacionales: 58 millones en nueve meses. Entre enero y junio han inyectado en el país 19.000 millones, prácticamente el equivalente a dos puntos de producto interior bruto (PIB).

La alcadesa de Madrid, Ana Botella (PP), ha remarcado que la capital capta a ocho millones anuales de turistas. «¿Qué les parece relajarse con una taza de café en la plaza Mayor? La magia de Madrid es real y la queremos compartir con ustedes». Es una de las cinco capitales más visitadas de Europa y España, el tercer país más popular.

En Buenos Aires (Argentina) donde se decide, con apagón eléctrico añadido, la sede de los Juegos Olímpicos se valoran activos que poco tienen que ver con el deporte. La cultura cuenta. La marca España ha recurrido incluso al Teatro Real y su programa musical, entre los mejor considerados.

“Tras los juegos de Barcelona, España tenía un gran orgullo por lo conseguido. Por eso, con todo mi corazón, sin duda quiero que nuestros jóvenes sientan que España avanza. Lo necesitamos ahora igual que las próximas generaciones”, ha dicho el Príncipe al COI. “Madrid 2020 se basa en los logros tangibles de las últimas candidaturas”.
 

 
Madrid propone calidad sin grandes inversiones

 
En el turno de preguntas, dudas sobre el dopaje y la financiación del proyecto. El presidente de la candidatura, Alejandro Blanco, ha tranquilizado al auditorio en lo relativo a la limpieza deportiva de los juegos.

“España está a la altura de los países que más luchan contra el dopaje, no sólo por el número de controles, sino gracias a la ayuda del Gobierno y de los atletas”. Blanco ha recordado que el país ha tenido problemas debido al endurecimiento de la ley antidopaje.

“Nos hemos adaptado a todas las exigencias y la operación Puerto surge de la tolerancia cero hacia esta lacra”.

El príncipe Alberto de Mónaco ha cuestionado, como hizo en la elección de la sede de 2016, el modelo de Madrid. Samaranch Jr ha contestado que “no podemos utilizar el dinero de los ciudadanos para hacer grandes inversiones. Lo que hemos hecho es un ejemplo de que se pueden tener unos juegos con un presupuesto sensato».

Con el punto final de la presentación, han llegado las primeras valoraciones. Madrid 2020 ha sido correcto, pero sin sorpresas. Los expertos en olimpismo recuerdan que Londres logró en 2005 los juegos gracias a una proyección final que hizo cambiar votos de última hora.

Las cartas están ya sobre la mesa. Madrid destaca la incipiente recuperación económica y que el 80% de los deberes están hechos; Tokio (Japón) –el principal rival— ha vendido fiabilidad y modernidad; Estambul (Turquía) se ha presentado como puente entre Oriente y Occidente. El resultado, a las 22:30 horas.

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