Las firmas de lujo huyen de Valencia

Las grandes marcas pierden el interés en la ciudad y se plantean cerrar tiendas y espacios exclusivos en la ‘milla de oro’ valenciana

Valencia se convirtió en el escaparate del lujo hace ahora un lustro, cuando estrenaba la Copa América de vela y la Fórmula 1. Entonces las principales marcas y algunos de los diseñadores más importantes del mundo mostraban su interés en la ciudad. Eran otros tiempos, época de bonanza, de vino y rosas. Cinco años después y en plena crisis, algunas firmas han decidido hacer las maletas y cerrar sus espacios exclusivos. Roberto Cavalli, que ha dejado en el último mes su local en la ‘Milla de Oro’ valenciana, es el último ejemplo.

No obstante, el lujo no pierde fuelle, pues se ha convertido en el sector que mejor aguanta la crisis. Las principales marcas internacionales mantienen sus beneficios mientras se desmoronan los ingresos en otros sectores. Sólo cambian los puntos de interés. Y Valencia, donde sus gobernantes presumían hace cinco años de recibir a turistas extranjeros con poder adquisitivo muy alto gracias a los grandes eventos, ya no es el escaparate idóneo.

“Muchas marcas decidieron abrir sus tiendas en Valencia para posicionarse. Se relacionaba la ciudad con el lujo y entendían que debían estar presentes”, apunta Alain Tabernero, experto inmobiliario y fundador de Servicios Alain, quien ha llevado a cabo el famoso alquiler que ha supuesto la primera tienda de Apple en Valencia. Sin embargo, se fue la vela y la hípica (Global Champions Tour) mientras la Fórmula 1 se celebrará cada dos años. Y el lujo ha perdido poco a poco su interés en la ciudad.

Cavalli, la última

Ahora Cavalli ha dejado el local en la calle Salvá, una de las mejores zonas de Valencia, aunque seguirá vendiendo su ropa en una tienda multimarca. En la calle Salvá, también decidió dejar hace un año un espacio el diseñador Álex Vidal, según apuntan fuentes consultadas. Y no han sido las únicas, Armani ya inició la desbandada cuando cerró su tienda en la calle Colón en 2010.

La opción para muchas otras tiendas es abandonar los espacios exclusivos que mantenían algunos centros comerciales de la ciudad. Una opción que podrían barajar Cartier o Bulgari. “Se ha paralizado cualquier expansión o nueva apertura. Y muchas de las que siguen presentes ya no obtienen rentabilidad como en otras partes, pero mantienen sus tiendas abiertas por una cuestión de imagen”, apuntan las fuentes.

Menos ventas en empresas

Además de los grandes eventos, otras fuentes consultadas atribuyen la menor presencia en Valencia de estas tiendas a la caída de la facturación entre las empresas. “En Navidades algunas corporaciones acostumbraban a regalar pañuelos o prendas de ropa a las mujeres de los directivos. Son cosas que ahora, cuando todo el mundo se está apretando el cinturón, se hacen cada vez menos. Ya no existen los encargos de otra época”, insisten.

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