Los líos legales de Siemens en Brasil salpican a la española CAF

La Fiscalía brasileña investiga un posible amaño en las adjudicaciones de contratos ferroviarios

En el sector ferroviario dan por hecho que la empresa guipuzcoana Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) competirá por el contrato del AVE entre Sao Paulo y Río de Janeiro, a través de un consorcio en el que se integrarán más empresas españolas.

El fabricante vasco, con sede en Beasain y destacada presencia en el mercado brasileño tanto por los contratos logrados como por poseer una fábrica en Sao Paulo, se ha visto salpicado por la investigación de una supuesta trama de sobornos para lograr adjudicaciones que tiene como epicentro a Siemens, el conglomerado alemán que se hizo con el control de Dimetronic a principios de año.

Investigación abierta

La Fiscalía de Brasil ha abierto una investigación sobre la presunta participación de autoridades brasileñas y empresas extranjeras en un supuesto fraude en la adjudicación de contratos ferroviarios, informa EFE.

La indagaciones parten de un informe del Conselho Administrativo de Defesa Económica (Cade), un órgano similar a la Comisión Nacional de la Competencia en España. En el documento se acusa a Siemens de repartirse contratos para el mantenimiento de trenes en Sao Paulo junto a la francesa Almston, la canadiense Bombardier, la japones Mitsui y las españolas Temoinsa y CAF, todas ellas enfrascadas en la pelea por el jugoso contrato del AVE, valorado en 13.000 millones de euros.

Sobornos

Los medios de comunicación brasileños han ido publicando información sobre el avance de la investigación que sitúan a Siemens en su epicentro, mientras que Bombardier, empresa que forma parte del consorcio impulsado por Fomento para el AVE de Brasil, y CAF quedarían en un segundo plano.

El diario Estado de São Paulo publicó un reportaje esta semana que atribuía a Siemens el pagó de sobornos por valor de 8 millones de euros a dos funcionarios brasileños, supuestamente encargados de mediar con las autoridades para la obtención de las adjudicaciones. Causó un gran revuelo en Brasil. El Cade tuvo que salir al paso. Emitió este viernes un comunicado explicando que no había facilitado información alguna sobre la marcha de la investigación a ningún medio.

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