Los turistas de lujo dejan de ser ‘máquinas de exprimir’

Los turistas de lujo a España buscan algo más que gastar. El sector habla del "lujo inteligente" y prescribe la creación de experiencias que les seduzcan. ¿Características? "Son tremendamente exigentes", alertan los expertos.

Basta de tópicos. El sector turístico que trabaja con los visitantes ‘premium’ a España alerta de que los visitantes de alto nivel no son máquinas para exprimir, sino que buscan algo más. Los expertos manejan conceptos diversos: «lujo inteligente«, el turista que busca el valor añadido tras el producto o servicio, o el turismo experiencial. 

El primer factor a tener en cuenta es la asertividad. «Los turistas con alto poder adquisitivo saben exactamente lo que quieren, algunos incluso llevan una lista de la compra mental con lo que buscan adquirir en destino«, indica Francisco Javier Trigueros, consejero delegado de Magnates World y colaborador de The Luxonomist

El concepto pues, es distinto al de viajero convencional. «Los individuos con un elevado nivel de riqueza personal (HNWI, por sus siglas en inglés) viajan a menudo, no tienen los 15 días de vacaciones como el resto. Buscan discreción y no complicarse la vida en las visitas o de shopping», añade.

Previsores 

El análisis del especialista en lujo llega el mismo día en el que la agencia publicitaria Rocket Fuel ha desgranado los hábitos de viaje del visitante premium. El proveedor de soluciones de márketing concluye que el segmento alto es previsor: reserva su viaje con 53 días de antelación de media, frente a 22 días el resto de viajeros.

Además, antes del viaje, los veraneantes ‘chic’ cierran muchas más compras que el resto de turistas: 18 transacciones de media por sólo 4 el resto de visitantes. La inversión media asciende a 460 euros, una cifra más alta que los 115 euros que gastan los viajeros convencionales. 

Público informado

Con lo que respecta a las compras, la información lo es todo. «Son público conocedor. Saben que en España encuentran marcas internacionales más asequibles que en otros destinos, y éso es lo que buscan», abunda Sílvia Salvadó, consejera delegada de la firma de concierge Time & Glam de Barcelona. 

La profesional también avisa de lo que funciona: las experiencias. «A los visitantes VIP les encantan las experiencias trabajadas: catas de vino, ocio nocturno, ocio diurno o las rutas gastronómicas», enumera.

Precisamente, la cata demoscópica de Rocket Fuel, realizada con datos de 240.000 viajeros, asegura que los visitantes VIP tienen el doble de probabilidades de reservar una mesa en un restaurante antes de viajar. Además, gastan más que el viajero convencional en ocio, alquiler de automóviles, productos de decoración y belleza.

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