Los turoperadores chupan la sangre a los hoteles españoles

Los turoperadores exprimen a los hoteles españoles. Los hoteleros se quejan de que los 'grandes' de la industria esgrimen todo tipo de razones para negociar contratos a la baja. Una queja sobre la comida o la falta de un tobogán en la piscina es suficiente.

La alerta la ha dado la televisión alemana ZDF (ver vídeo adjunto), y los medios españoles se han hecho eco. Los grandes turoperadores (TT.OO) exprimen a los hoteles españoles con todo tipo de cláusulas y condiciones para arrancarles precios más bajos. Los profesionales denuncian «duras negociaciones» y «exigencias tremendas» para que nombres como TUI o Thomas Cook no elijan otro hotel.

El segundo canal germano lo cuantificaba en agosto: de un viaje tipo todo incluido de 980 euros, el hotel gana 382,20, mientras que el resto (548,80 euros) se lo reparten entre el vuelo -a menudo, del mismo turoperador– y la venta. ¿Cómo dejan estos márgenes a los hoteles españoles?

«Los agentes exigen inversiones continuas. Visitan tu hotel y lo revisan, exigen extras, equipamiento que no tienes. Ello es más gasto y, por ende, menos dinero para personal», lamenta Vicente Romero, director de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH).

Cómo funciona

Los turoperadores tradicionales emplean una red de agentes y oficinas en destino. Negocian físicamente con el hotelero, a quien visitan un año antes para cerrar el número de camas que ocuparán la temporada siguiente. En estas mesas es donde surgen las exigencias, e incluso las tretas.

«Te sacan deficiencias de tu hotel para renegociar márgenes a la baja, o incluso quejas escritas por sus clientes. Si a algún turista no le ha gustado el bufé, puedes perder parte de los ingresos», abunda el directivo.

Dependencia

En algunas zonas de España, la dependencia de los turoperadores es enorme. «Calculo que en algunos destinos los agentes dominan el 60% del mercado. Hay hoteles del archipiélago que llenan el 80% de las plazas anuales con turoperadores», explica a 02B Fernando Fraile, presidente de la Federación de Empresarios de Turismo y Hostelería de Gran Canaria.

El también hotelero da pistas sobre por qué los TT.OO juegan con ventaja. «Exigen estándares europeos, que muchos hoteles españoles no tienen -o tenían-: aprovechamiento de aguas, etc. Piden un esfuerzo adicional, y eso no es necesariamente malo», defiende.

Especulando

En este tablero, hay otro elemento que juega a favor de los agentes. «Los turoperadores se han convertido en plataformas financieras. Se quedan con el dinero de la reserva, y sólo liquidan después del viaje. Muchos paquetes de vacaciones a 1.000 euros sumados es mucho dinero. Con el que pueden operar en los mercados financieros», subraya Fraile.

Además, han entrado en el mercado con fuerza los turoperadores y agencias on line, que cada vez acumulan más cuota. «Los TT.OO tradicionales fijan condiciones draconianas, pero todo queda escrito sobre contrato. Cumplen. Algunas nuevas agencias bloquean plazas y luego no cumplen, así que negociar con los actores tradicionales sigue siendo un mal menor«, concluye Romero.

a.
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