Maletas para viajeros ‘cool’ y precavidos

La maleta Jurni ha sido concebida para optimizar al máximo su espacio interior y hasta para servir de asiento, mientras que las fundas BibeliB no sólo revisten de diseño el exterior de las maletas, sino que permiten seguir su rastro en caso de pérdida.

Vista desde fuera, Jurni puede parecer una maleta de mano más. Pesa 3,3 kilos, mide 50 x 35 x 20 centímetros, dispone de una capacidad de 23 litros, y tiene un asa retráctil y otra fija. Por dentro, en cambio, es absolutamente revolucionaria, ya que ha sido concebida para optimizar y personalizar el equipaje.

Lo más importante, a mano

Fabricada en polipropileno resistente a los golpes, al abrirla, descubrimos correas elásticas que permiten sujetar documentos, un separador ajustable para crear dos compartimentos distintos, y un recipiente de plástico móvil, ideado para guardar los objetos de valor (como el iPad, el teléfono móvil, las gafas o carpetas de trabajo), que se puede extraer fácilmente simplemente apretando un botón. Así, antes de colocarla en el maletero del avión, no hace falta abrirla entera para quedarnos en el asiento con aquello que vayamos a necesitar o queramos tener cerca.

Además, la maleta soporta un peso total de 100 kilos, para que podamos sentarnos sobre ella en las colas de embarque, y puede ser arrastrada o deslizada gracias a sus cuatro ruedas en línea.

maletas

Este nuevo concepto de maleta fue lanzado en 2011 por el equipo de Rob Law, fundador de la compañía Trunki, que fabrica maletas para niños muy similares. Puesto en línea para su financiación en el portal de crowfunding Indiegogo el pasado 16 de noviembre, en tan sólo 48 horas alcanzó su objetivo de 30.000 dólares y hoy totaliza más de 66.000. Estará disponible en febrero de 2016 en tres colores (negro y azul, negro y rosa, y rojo) y ya puede ser encargada a un precio de 99 dólares.

Fundas conectadas

Por su parte, la marca francesa BibeliB propone fundas de diseño para maletas, que no sólo añaden un toque ‘cool’ al equipaje, sino que permiten seguir su rastro en caso de pérdida gracias a un código QR y a un sistema tecnológico propio llamado «Lost & Found» que se activa en el momento de la compra. Además, en el precio de cada funda –a partir de 25 euros- se incluye un seguro con Mapfre que indemniza hasta con 500 euros si al final, por cualquier motivo, la maleta no aparece.

Actualmente, BibeliB propone más de 22 modelos de estas fundas a través de su e-shop www.bibelib.com, que también se pueden encontrar en algunos duty free de los aeropuertos.

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