Peregrín acusa a Globalia, Orizonia y Barceló de acentuar la crisis de Nobeltours

El accionista minoritario del touroperador asegura que su hermano paga de su bolsillo los sueldos de los empleados y considera que la empresa será viable al hacerse más pequeña

Roberto Peregrín, dueño de Nobeltours hasta hace dos años junto a su hermano Antonio, y accionista actual de la compañía, acusa a Orizonia, Globalia y a First Choice (cabecera de Barceló) de utilizar informaciones confidenciales de la empresa para su propio beneficio en detrimento del touroperador, que ahora se encuentra envuelto en una grave situación financiera y en un Expediente de Regulación de Empleo.

En declaraciones a 02B, el ex directivo del mayorista explica que en 2007, cuando Nobeltours vendió el 50% de su accionariado a la firma valenciana Pontia Capital, había recibido también ofertas de Orizonia, Globalia y Barceló, quienes utilizaron más tarde documentos propios de esta clase de operaciones para mejorar sus compañías. Entre otras prácticas criticadas destaca la contratación de personal y la copia del modelo de negocio.

Estas empresas no solo hicieron uso de información confidencial vinculada al proceso de venta de Nobeltours. Según el directivo, también hicieron lo mismo con la mayorista Catai Tours, que fue adquirida finalmente al 50% por el grupo de capital riesgo Corpfin.

A pesar de lo que Peregrín califica de «falta de ética», el mayorista no emprendió acciones legales al respecto. Estos hechos, unidos la necesidad de reducir personal en las circunstancias económicas actuales y al problema con el receptivo de China que Nobeltours tuvo en agosto, han llevado a la empresa mayorista a una delicada situación financiera.

Urgente reestructuración en 2009

El ERE que aplica el touroperador en estos momentos es una medida laboral que se arrastra desde que en 2009 los hermanos Peregrín recuperaron el 100% de la mayorista de grandes viajes.

Al volver a tener el control absoluto del mayorista, Roberto Peregrín se dio cuenta de que “había que meter la tijera” en la empresa, en alusión a un recorte de plantilla y sueldos, aunque no encontró apoyo para llevar a cabo las medidas.

Lo cierto es que las cuentas de resultados no eran positivas y desde julio a noviembre de ese año la empresa tuvo que llevar a cabo un “ERE de colores” que, según explica el responsable, implicó tanto reducciones de salarios como regulaciones de empleos temporales y definitivos.

Se trataba de “reducir masa salarial” para seguir teniendo continuidad. “Había que hacer recortes serios”, pero Antonio Peregrín, como director general de la empresa, no quería tomar esas medidas “drásticas” con sus trabajadores.

Boicot dentro del Comité

Debido a la “enorme discrepancia en el modelo de empresa y a cuáles eran las medidas para afrontar la crisis económica”, Roberto Peregrín abandonó Nobeltours en noviembre de 2009 y dimitió como administrador hace 18 meses. En pocas palabras, el directivo alertaba de la necesidad de una reestructuración que su hermano y accionista mayoritario no quiso ejecutar.

Peregrín también acusa de boicot a miembros del comité de empresa de Nobeltours, a quienes reprocha la difusión de informaciones que no son verdaderas entre los medios, “fomentando así el pánico entre los proveedores y clientes”.

Puntualidad en las nóminas

Además, el ex directivo ha destacado que Nobeltours ha mantenido una puntualidad “exquisita” en las nóminas hasta el 30 de julio inclusive y que no es un secreto que Antonio Peregrín está pagando de su bolsillo los sueldos.

Nobeltours ha perdido un tercio de lo que era hace unos años. La compañía llegó a facturar 80 millones de euros en el ejercicio 2006/2007. La cifra ha descendido hasta 25 millones en 2010.

a.
Ahora en portada