Visa monopoliza el pago en los estadios de Brasil

Las empresas que venden productos no aceptan otra tarjeta de crédito. A los aficionados sin Visa ni efectivo se  les ofrece el alta, pero pierden la paciencia en las colas.

Las colas para comprar una camiseta del Mundial de Brasil son enormes en el estadio Fonte Nova, en Salvador de Bahía. Los chiringuitos oficiales de la FIFA se llenan de aficionados que antes de entrar a los partidos desean una camiseta oficial de la Copa del Mundo, los imanes del artista brasileño Romero Britto o los peluches de la mascota oficial.

Los vendedores no dan abasto. Los sistemas sufren problemas en la conexión y algunos de los compradores son rechazados. “No aceptamos MasterCard. Sólo Visa”, explica una de las dependientas.

Los aficionados sin efectivo ni Visa son enviados a otro extremo del estadio donde los trabajadores de Visa, que firmó un contrato de exclusividad con la FIFA desde el Mundial de Sudáfrica 2010, prometen gestionar al momento una nueva tarjeta para poder comprar el arsenal de pegatinas, gorros, camisetas, imanes y banderas. Pero muchos aficionados pierden la paciencia y acuden al campo para disfrutar de los momentos previos del partido.
 

 
Visa desplegó 3.000 terminales y 75 cajeros automáticos en las 12 sedes del Mundial

 
La situación se repite en el resto de estadios de la Copa del Mundo de fútbol. Los extranjeros que visitan Brasil con motivo del acontecimiento deportivo han gastado 138 millones de euros durante los partidos de la primera fase, según un informe realizado por la propia empresa, que desplegó 3.000 terminales y 75 cajeros automáticos en las 12 sedes.

Por nacionalidades, el gasto ha sido dominado por los países americanos. Los turistas estadounidenses son los que más han gastado en Brasil durante los días del Mundial en las ciudades sede. Los aficionados de la selección estadounidense gastaron 35 millones de dólares en los tres partidos que jugó su selección durante la primera fase de grupos. Le siguieron los británicos con 11,8 millones, los franceses con 8,2 millones y los mexicanos con 7,5 millones y los argentinos con 6,2 millones.

Los españoles, eliminados en el segundo partido contra Chile, apenas gastaron 2,9 millones de euros.

a.
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