Airbnb tocará la legalidad en Cataluña en «cuatro o cinco meses»

La comunidad espera aprobar la ley que regule los pisos turísticos sin problemas pese a la incertidumbre política actual. La medida contenta a medias a las plataformas, que reivindican la figura del home-sharing como actividad no profesional.

La travesía llega a su fin; al menos en parte. El decreto ley sobre los pisos turísticos verá la luz «en cuatro o cinco meses como máximo», explican fuentes de la Dirección General de Turismo de la Generalitat a 02B. Una puerta a la legalidad para las discutidas plataformas de alquiler de casas de particulares como Airbnb; que aun así, pide más.

El texto sigue quemando etapas pese a la situación política en Cataluña a expensas de que el Parlament nombre presidente a Artur Mas. Sólo la convocatoria de nuevos comicios podría emplazar la regularización de estas webs a más adelante. El decreto implementará la tasa turística en este tipo de alojamientos. 0,65 euros por noche en Barcelona y 0,45 en el resto de la comunidad.

«Es el momento de desregular»

Con esta ley, la directora general de Turisme de la Generalitat, Marian Muro, incita al lobby hotelero a pedir unas condiciones similares. «Hablando con la Comisión Europea veo que es el momento de desregular, que la industria hotelera ejerza de lobby y pida unas condiciones más sencillas» ha explicado. «El sector privado tiene que moverse», para terminar la arenga.

Además, ha celebrado la celeridad de Cataluña en este ámbito: «Este fenómeno no lo va a parar nadie, ni el espíritu santo», ha ironizado. Eso sí, sin repetir «errores del pasado», que ralentizaron la expansión de la empresa.

La ejecutiva ha lanzado un aviso a los servicios de comida compartida. Serán los próximos. «Seguramente la persona que a través de una app convoca a cinco o seis huéspedes a comer hace una cena magnífica, quizás mejor y todo que la del restaurante de enfrente», ha iniciado. «Pero el señor del bar debe cumplir unos estándares de calidad y salud que el particular se salta», ha comparado.

Las plataformas, satisfechas a medias

El conseller, en funciones, de Empresa Felip Puig apuntó a 02B hace unos días que las conversaciones con Airbnb se encontraban en una fase de «tensión creativa». Eufemismo de que el acuerdo todavía está lejos. Desde la plataforma reivindican la figura del home-sharing: El compartir la casa propia, no un inmueble vacío, sin que sea una actividad profesional. «En España siempre se reguló desde la figura del profesional y no como un uso complementario», lamentan fuentes vinculadas a la compañía.

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