Los alojamientos ilegales en barcos salen a flote

En Barcelona más de 160 barcos se ofrecen por Airbnb sólo para dormir, una alternativa que queda fuera de la Ley de Turismo

Airbnb no solo presenta alojamientos en casas u hoteles: los huecos de la ley permiten que haya propietarios que ofrezcan dormir en sitios que quedan fuera de las regulaciones para los hoteles y apartamentos turísticos, como es el caso de los barcos.

Basta precisar en los filtros de Airbnb que opciones de alojamiento ‘alternativo’ hay en Barcelona, que aparecerán 167 ofertas de barcos, desde impactantes yates y elegantes veleros, hasta pequeñas embarcaciones con las comodidades muy justas.

Más que una experiencia a bordo

El problema no es que Airbnb publicite a barcos (en muchos casos, con posibilidades de realizar excursiones náuticas), sino que estos se ofrecen en el apartado de ‘alojamientos’, y no exclusivamente en la sección de ‘experiencias’, que es donde se promociona guías turísticos, cocineros, fotógrafos, y toda clase de servicios para los viajeros en sus estancias.

Dicho de otra forma: alquilar barcos para paseos y viajes se hace por un sinfín de plataformas, y obviamente los pasajeros buscan las comodidades a la hora de dormir. El punto es cuando estos barcos se ofrecen solo como alojamiento, a un coste menor que un hotel o apartamento, y sin los controles que tienen las viviendas turísticas, como ha denunciado Hosbec (Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y la Costa Blanca).

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Los barcos promocionados por Airbnb destacan la cercanía con el centro de Barcelona.

Más barato que en un hotel

Los precios van acorde al espacio de la embarcación, pero si se alquila entre varias personas, el precio es mucho menor al de un hotel. Hay barcos con dos o tres camas que se ofrecen entre 60 y 90 euros (aunque alguno aplasta los precios hasta 35 euros por noche), lo que dividido entre varios, permite pasar una noche en pleno verano por menos de 30 euros.

Los amantes de la náutica saben que la comodidad, sobre todo en los barcos medianos y pequeños, es un punto a tener en cuenta; pero se sacrifica a cambio del placer de navegar. Pero ofrecer a un barco como piso turístico es algo diferente. Muchos no cuentan con ducha propia, advierten, sino que deben dirigirse a los baños del puerto.

Fuera de la Ley de Turismo

Según precisaron fuentes del Ayuntamiento de Barcelona a Cerodosbé, los barcos de usos turísticos no están regulados por la Ley de Turismo de Cataluña. Esta ley exige una licencia para mantener la actividad de vivienda de uso turístico, “y un barco no es una vivienda”, puntualizan.

Dado que los barcos –lógicamente- se encuentran sobre el agua, el Ayuntamiento no tiene competencia sobre ellos, sino que es jurisdicción de la Autoridad Portuaria, que en el caso del Port Olímpic, es delegada en la empresa Pobasa; y One Ocean en el caso del Port Vell; que regulan las matrículas, los seguros, la titulación del patrón, etcétera.

Los barcos turísticos no están regulados por la Ley de Turismo, recuerdan en el Ayuntamiento de Barcelona

En tanto, a nivel de seguridad la competencia no es de la Guardia Urbana sino de la Guardia Civil, así como de la Policía Portuaria.

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Algunos barcos se usan como vivienda particular de sus propietarios.

Aumenta el número de anuncios

Los 160 barcos de la ciudad tienen, en términos comparativos, una incidencia insignificante sobre los más de 9.830 viviendas y 9.000 habitaciones que se promocionan por Airbnb en Barcelona, según un cálculo de AirDNA.

El Ayuntamiento exigió en numerosas oportunidades a Airbnb que elimine de su plataforma los alojamientos ilegales, o sea que no cuentan con el registro de vivienda turística. La plataforma asegura que borró más de 5.000 ofertas de sus listados.

Sin registro

Precisamente, cuando el usuario analiza las características de los barcos que se ofrecen como alojamiento, comprueba que no cuentan con este número de registro. En algún caso, se incluye la palabra “exento” como explicación de la ausencia.

“El Ayuntamiento ya reclamó en su día a todas las instituciones implicadas (Generalitat de Cataluña y el Estado) que intervengan para evitar esta práctica e impedir que se ofrezcan de forma inadecuada barcos para usos residenciales turísticos.

Denuncias de Hosbec

En la Comunitat Valenciana Hosbec había denunciado que más de 35 embarcaciones en los puertos de Alicante y Valencia se ofrecen como alojamiento.

La situación, indicó la entidad es “más grave de lo que se planteaba”, en donde los turistas se alojan en barcos “sin ningún tipo de control, autorización o habilitación”. Además exigió que se clausuren estos “alojamientos ilegales que incumplen las normas mínimas de seguridad y habitabilidad” para funcionar como hoteles.

Hosbec aseguró que estas ofertas irregulares “empujan a la creación de un empleo precario”, ya que este tipo de competencia no tienen un personal fijo ni están sujetos al colectivo de hostelería, “como ocurre con toda la oferta de alojamiento reglada”. En Barcelona, el Gremi d’Hotels prefirió no opinar sobre esta modalidad de alojamientos.

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